Las dudas y certezas que deja implementación de la Ley TEA en los colegios del Biobío
Este año escolar iniciará con cambios al interior de los distintos colegios del país, y es que entrará en vigencia la Ley TEA.
Esto modifica la antigua concepción que existía en los recintos educacionales, en donde a estos estudiantes se les otorgaba una “evaluación diferenciada”, y que en ocasiones, algunos profesores, malamente, entendían que eso significaba que no podían tener nota inferiores a 4,0.
La nueva normativa trae consigo la adaptación de las comunidades y los recintos escolares, no solo desde el punto de su infraestructura física, sino que también en sus manuales de convivencia y otros aspectos que incluye la ley, lo que obligará a concretar capacitaciones al cuerpo docente y a los asistentes de la educación.
Entre las modificaciones, ya no se podrá negar la matricula a estudiantes por necesidades especiales, tampoco suspender, expulsar o cancelar la matricular como sanción a estos alumnos.
Además se deberá proveer de espacios inclusivos, sin violencia y sin discriminación para las personas con TEA y la respectiva derivación a establecimientos de salud para promover la detección temprana de TEA.
Preparación de los colegios
Con estos cambios, los colegios deben modificar sus infraestructuras para acondicionarlas para estas nuevas salas.
El director de la Daem de Hualpén, Rubén Salazar, indicó que para ellos la aplicación de la normativa es un desafío, ya que un tercio de la matricula municipal corresponde a estudiantes del integración escolar, lo que a su vez, trae ventajas, ya que “el municipio nos está financiado la creación de cinco salas multisensoriales, en cinco colegios de la comuna, las que tendrán profesionales como terapeuta, ocupacional, kinesiólogo, psicólogo, etc”.
Pero Hualpén es más que cinco colegios, con respecto a los otros recintos, Salazar comentó que “si bien estas salas corresponden a algo excepcional, en el resto de los colegios tenemos 100% garantizada la norma, la exigencia que nos permite funcionar como tal. Todo eso es financiado con distintos presupuestos y tenemos las educadoras diferenciales que corresponden, pero esto no es suficiente, por eso que hoy hay una ley”.
Mientras que Daniel Ramírez, director de la Escuela Alonkura, de la misma comuna, detalló que “somos referentes en la implementación del programa de integración en general. Tenemos 40 estudiantes con TEA, y en el aula con niños muy complejos en términos de su atención, porque demandan mucha atención”.
El directivo expresó que “contamos con un equipo de fonoaudiólogo, psicólogo, terapeuta, aparte de la profesional especialista del área, que tienen sus espacios, así como mencionaba el jefe con la sala multisensorial, nosotros hemos trabajado de la misma manera sin tener ese espacio específico. De hecho, creo que la gran deuda que tiene la implementación de la Ley TEA en los colegios es el espacio físico. Nuestro espacio es con construcciones irregulares de tabiquería”.
Implementación y Fiscalización
Quienes trabajan con niños y jóvenes del espectro autista estimán que se debe tener consideración con ciertos aspectos para que la norma se pueda aplicar de forma correcta.
Soledad Rodríguez es terapeuta ocupacional especialista en la materia y cree que “hay que partir con la entrega de información y conocimientos a toda la unidad educativa y capacitando a docentes como asistentes de la educación para que así tengan estrategias y herramientas adecuadas para trabajar con las personas que forman parte del espectro”.
También es clave la adaptación de los curriculum escolares para satisfacer necesidades individuales de los estudiantes, proporcionando apoyos y modificaciones cuando se es necesario”.
“Considerar el entorno físico y social, debe ser accesible, acogedor, teniendo en cuenta la iluminación, ruido (timbre de recreo), la organización del espacio (pictogramas: imágenes que apoyan la comunicación) y de interacción social”, consideró.
Para la autoridad gubernamental, en tanto, es fundamental que la nueva normativa se aplique de forma efectiva, por lo que “hemos resguardado junto con la Superintendencia de Educación, particularmente, la correcta implementación de la ley TEA en virtud de las obligaciones que la ley le establece a los establecimientos educacionales, particularmente, por ejemplo, la posibilidad de que los apoderados puedan acudir al establecimiento en caso de que su hija e hijo así lo requieran, y otro tipo de adecuaciones, particularmente, relacionadas con la implementación de los programas de integración escolar, que es la línea programática que el Ministerio tiene”, aseveró el seremi de Educación (s), Matías Aravena.
Visión de los apoderados
Los apoderados, en tanto esperan que la aplicación de la normativa ayude a sus hijos a tener un mejor pasar durante su etapa escolar.
Carolina Abello tiene a su hija Antonia, en el Instituto de Humanidades de Concepción, y fue diagnosticada hace algunas semanas con TEA, por lo que “estoy tranquila, porque sé que el colegio, pese a que no tiene PIE, cuenta con los apoyos necesarios para los niños, niñas y adolescentes que sé que hay en el colegio, por lo que sé que serán la ayuda necesaria para mi hija”.
Mientras que Carolina Bustos, quien tiene a sus hijos en el Colegio San Pedro Nolasco de Concepción, consideró que "es una herramienta que nos permite exigir a los establecimientos educacionales tanto municipales, particulares subvencionados y particulares pagados, las condiciones necesarias para que los estudiantes diagnosticados con TEA logren su total autonomía y progreso a lo largo del transcurso de su vida escolar. Esto es una gran avance, porque las instituciones deberán contar con los profesionales necesarios para esto, es decir, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional y educadora diferencial, además de contar con comunicación inclusiva.
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