Las oportunidades que presenta para los viñateros locales la nueva denominación del pipeño
La resolución exenta N°4077 del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha generado confusión debido al establecimiento de una nueva denominación para el pipeño. La clasificación, según la institución, permite reconocer y posicionar de manera particular el popular producto nacional.
Según el SAG, "la resolución no descalifica al Pipeño como vino, sino que introduce una nueva categoría dentro de la familia de bebidas alcohólicas". Este dictamen hizo que ahora exista el "vino pipeño" y el "pipeño" como dos elaboraciones diferentes.
La principal diferencia se encuentra en la graduación de alcohol y en su proceso de fermentación. El pipeño presenta menos de 11.5 grados, mientras que el vino pipeño contiene más de 11.5 grados. Asimismo, el primer producto mencionado contiene una alta concentración de azúcar residual, mientras que el otro sigue la normativa regular del vino tradicional.
Viñateros de Quillón por nueva denominación
La industria vitivinícola de Quillón, agrupados en la cooperativa Coovicen, valoraron la publicación del dictamen, que incorporó al “pipeño” en el Registro Nacional de Bebidas Alcohólicas como un producto con características propias y diferentes al vino. Esta medida fue calificada como una "oportunidad de comercializar directamente estas vinificaciones".
Los socios de Coovicen, que tradicionalmente han elaborado vinos secos, también han producido vinificaciones dulces de baja graduación alcohólica para ver su potencial en el mercado. Durante años, han debido conformarse con vender a otras empresas vitivinícolas que lo emplean para realizar mezclas, o bien, comercializarlo informalmente en forma individual, como “vino dulce” o “pipeño”.
Amparo Guiñez, asesora de la agrupación, sostuvo que esto es una ayuda para los pequeños productores, quienes no alcanzaban a llegar a los grados alcohólicos exigidos bajo la antigua normativa. "Esto no va en contra del ‘vino pipeño’, porque son dos productos distintos y ambos reúnen las características propias y de calidad para competir en el mercado. Lamentablemente, hay muchos viñateros de otras zonas que aún no lo entienden o no han logrado visibilizar esto, como una alternativa y una oportunidad", añadió.
"Va a permitir que pequeños productores de la agricultura familiar campesina tengan otro formato para la elaboración. Abre una opción de diversificación muy grande. Si bien aún estamos hablando de pequeños volúmenes, es una alternativa para los productores de generar mayores ingresos; porque muchos no tenían más opción que vender la uva como materia prima, con los bajos precios y la nula rentabilidad que esto significa. Hoy tienen la posibilidad cierta de elaborar este pipeño dulce y comercializarlo, agregándole valor a la uva", cerró Guiñez.
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