Innovador estudio utilizará el rock psicodélico de Pink Floyd para medir cómo impacta la música al cerebro
Un innovador estudio en Londres utilizará el rock psicodélico de Pink Floyd para medir cómo la gente experimenta la música y cómo la misma impacta en su cerebro.
Los estudios Dolby, en alianza con expertos en tecnología musical de la firma Pollen y la Fundación Richard Wright, organizaron un llamativo experimento: grabarán entre el 2 y 6 de octubre la reacción cerebral de cien participantes mientras escuchan "The Great Gig in the Sky".
¿En qué consiste el proyecto? Según EFE, genera representaciones visuales artísticas en base a los estímulos que recibe el cerebro de cada uno mientras están sumergidos escuchando la música.
A los cien participantes que serán parte de este experimento se les eligió en base a distintas variables, de entre más de 1.500 interesados en formar parte del estudio.
Uno de los directores creativos, Richard Warp, explicó que su fascinación con el impacto que tiene la música en el cerebro, combinada con la tecnología que hoy está disponible, hizo posible el desorrollo de la investigación.
Se transformará el resultado en una visualización a gran escala
"Estamos centrados en crear una manera para que las personas comprendan la información (de su cerebro) intuitivamente, directamente, y que no haga falta tener un doctorado para entender cómo la música afecta a tu cerebro, sino que lo puedas sentir", sostuvo.
Warp dio detalles de los motivos que dio cada persona para participar. Hubo algunos que declararon ser aficionados de Pink Floyd y otros reconocieron que no les gustaba, pero le interesaba saber si su cerebro demostraba lo contrario.
Una vez que concluyan los experimentos, lo que se hará es combinar la actividad cerebral de las 100 personas, a fin de transformarla en una visualización a gran escala que se exhibirá en un local de Londres.
Hay que precisar que la canción elegida para el proyecto,"The Great Gig in the Sky", compuesta por el teclista Rick Wright, fallecido en 2008, no contiene letras y usa la voz de Clare Torry como instrumento.
Se espera conseguir que cada uno sepa cómo reacciona su cerebro al estímulo de la música de Pink Floyd
Además de ello, la neurocientífica Erica Warp, corresponsable del proyecto, explicó los alcances de la iniciativa. Dijo que se quiere conseguir "que cada individuo eche un vistazo a su propio cerebro para entender cómo responde a esta experiencia y proporcionar datos".
Lo que se evaluarán son las respuestas individuales de cada persona, atendiendo a factores variopintos como la existencia o no de bagaje musical, la mayor o menor familiaridad con la música o la edad.
Así lo indicó Warp, señalando que "el objetivo primordial no es descubrir nuevos hallazgos para la neurociencia, sino crear una nueva experiencia para que estos participantes interactúen con los datos de su cerebro".
¿Qué se hizo? Emplear dispositivos sin cables EEG para medir la actividad eléctrica cerebral. Se evaluarán variables como la emoción, el estrés o la relajación durante cada segundo de la canción.