Consecuencias de la guerra: Exportador del Biobío de rosa mosqueta no enviará producción a Rusia

Las consecuencias de la guerra entre Ucrania y Rusia han calado hondo al otro lado del mundo. En la Región del Biobío, ya pesa en las exportaciones, concretamente de rosa mosqueta.

Ese es el caso de Carlos Amin, dueño de empresa Coesam hace 45 años y que exporta rosa mosqueta a Rusia, quien ya no enviará la producción del fruto a dicho país producto del bloqueo que hay.

Rusia, desde que inició la invasión a Ucrania, ha recibido múltiples sanciones en el ámbito comercial, con bloqueo en exportaciones e importaciones.

Carlos Amin, exportador del Biobío de rosa mosqueta, reveló que este año no podrá enviar su producción a Rusia. "Es un cliente importante, que ya dejó de serlo. Ya no va a ser. No lo vamos a poder atender este año", dijo.

No obstante, a raíz de ello, han salido a buscar opciones a otros países de Europa, Latinoamérica y Norteamérica.

"Vemos que es un mercado que está congelado y no va a funcionar por algunos años. Hemos salido a buscar opciones en otros mercados y estamos colocando productos en otras partes", señaló.

Según sostuvo, se buscará "diversificar si mandamos un poquito a cada país latinoamericano, Europa y Norteamérica en mayores capacidades, en mejores diseños, mejor esencia, para poder suplir la diferencia. Igual va a bajar en un 40% la producción".

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Recalcó en que la situación está difícil y a ello se suma el valor de los fletes, que sigue provocando un alto impacto en los negocios.

"Está todo cerrado porque no financian nada, entonces hay que estar negociando con clientes, pidiéndole anticipos y buscar cómo conseguir recursos de otra forma", sostuvo.

De hecho, Amin señaló que entre las medidas que estiman está "producir menos volumen con más valor agregado a nuestro producto terminado en Chile".

Si bien la guerra de Rusia y Ucrania les pegó hondo como exportadores, a ello se suma que también les está afectando la falta de mano de obra.

"El problema de mano de obra es dramático. Se cerró la planta de secado porque no hay gente para trabajar. Tengo 80% de mujeres, que trabajan mejor que los hombres, pero es un problema. No hay gente", dijo. Es más, apuntó a que, de 18 personas, han llegado 4.

Actualmente están en plena cosecha, que en la Región del Biobío tendrá una duración hasta el 30 de abril y luego seguirá en el sur del país, en Palena. No obstante, estiman que el volumen será casi la mitad de la temporada pasada. "De 2 millones a 1 millón de dólares. Eso es lo que va a pasar", indicó.