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Indignación ha causado el caso del hombre que fue brutalmente golpeado por guardias de seguridad en el Terminal Sur en Santiago, Región Metropolitana.
Se trata de Andrés Faúndez quien llegó a la capital desde Linares para realizar una compra de $850 mil en joyas de plata tras encargo de su jefe. Al bajarse del bus, habría sido interceptado por un hombre y una mujer, quienes le robaron el celular y la billetera.
Fue tras ese evento que el hombre se acercó a los guardias en búsqueda de ayuda. No obstante quienes debieran auxiliarlo fueron su peor perdición. Pues los trabajadores, ahora desvinculados, lo acusaron de ser un delincuente y comenzaron a golpearlo.
En conversaciones con Meganoticias, Faúndez reveló detalles de ese día y contó su versión de los hechos. Cabe destacar que el caso está siendo investigado por la Fiscalía Centro Norte sin embargo aun no hay detenidos.
El testimonio del hombre golpeado por guardias de seguridad
De acuerdo a lo comentado al medio por la víctima, tras ser asaltado "salí arrancando hacia el terminal para pedirle ayuda a los guardias. Yo iba asustado, con adrenalina, y en eso los guardias me dijeron 'qué andas haciendo, tal por cual'. Me redujeron al tiro, me esposaron, me llevaron a un patio que está al interior del terminal. Me encerraron en una jaula, me empezaron a pegar, eran golpes de puño, patadas"
Según el relato, después lo sacaron de la jaula y fue liberado de las esposas, pero eso no terminó con la violencia. "El supervisor me dijo 'baila, si no, te mojamos', y ahí se turnaban para pegarme con palos. Me levantaban del cuello y me robaron la plata que me habían dado para el viático, para el pasaje de vuelta y más los $850 mil que traía en la maleta".
"Yo no sé qué hicieron con la maleta (...), me echaron a pata pelada, dijeron que no me querían ver más en el terminal. Me mandaron sangrando para afuera", agregó. Luego, cuando el caso se destapó, la empresa se comunicó con el jefe del hombre para devolverle la plata.
"Lo pasé mal, nadie me creía"
No obstante nada hará que olvide el mal rato. "La pasé mal, sin conocer a nadie, sin teléfono, sin contactos. Ahora estoy más tranquilo porque se supo la verdad, porque nadie me creía. Le pude demostrar a mis hijos que no ando haciendo lo que decían, que andaba robando. No, yo trabajo, yo no soy así", señaló según Meganoticias.
Finalmente compartió una sentida reflexión "no pueden discriminar por las apariencias, hay personas que no tenemos estudios, pero tenemos mucha más educación y no nos merecemos que nos traten así por las apariencias".
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