Editorial: Ya casi no quedan lugares seguros, ahora resulta que ir a un SAR también es riesgoso

Los SAR y los CESFAM son fundamentales en la cadena de establecimientos de salud de cualquier región. No basta con los hospitales de alta complejidad como el regional de Concepción. Deben existir centros de atención primarias, aquellos que atienden en primera instancia y luego derivan los casos más complejos.

Pero resulta que este último tiempo son estos centros asistenciales los que se han vuelto el objetivo de la delincuencia. Lamentablemente no es inusual la ocurrencia de balaceras al exterior de los SAR en San Pedro de la Paz, en Hualpén, en Chiguayante o en Hualqui, por mencionar solo algunas comunas.

El último incidente ocurrió esta semana en el SAR de Boca Sur. Durante la noche una pareja llegó con un bebé en brazos, ingresó al centro asistencial y detrás de ellos un grupo de sujetos comenzó a dispararles. En la sala de espera cundió el pánico, decenas de personas debieron tirarse al suelo para proteger su vida. Por otro lado, no son pocas las agresiones de pacientes a funcionarios de la salud tampoco.

Los trabajadores se cansaron de estos problemas de seguridad y con justa razón han iniciado movilizaciones exigiendo a quien corresponda que haya una dotación de carabineros permanente en este y otros centros asistenciales. Los guardias de seguridad en rigor no sirven mucho más que para informar donde está el Some o alguna otra dependencia del CESFAM o el SAR pero si llega una persona armada, si hay una agresión con arma blanca dentro del recinto asistencial, ¿qué puede hacer un guardia o una guardia? nada, en rigor muy poco.

Es obvio que el problema fundamental para una medida de esta naturaleza -nos referimos a carabineros como puntos fijos- es que no hay suficientes policías para cubrir todos estos lugares, pero algo hay que hacer. Las medidas como restringir horarios, restringir accesos o reuniones para coordinar acciones lamentablemente no inhibirán el accionar de estos sujetos. Si son capaces de disparar en contra de un consultorio, Cesfam o SAR donde hay pacientes, mujeres y niños enfermos, no se intimidarán con medidas administrativas.

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Creemos que los funcionarios de la salud tienen razón y pese a que se sabe que hay pocos funcionarios hay que diponer de uncarabinero punto fijo en estos centros asistenciales, no solo por seguridad sino para apurar procesos en caso de denuncias de abusos, agresiones