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A los 21 años aprendió su oficio y cinco décadas más tarde sigue practicándolo, José Alvial Escobar es el emblemático fotógrafo de la Plaza Independencia en Concepción. Ya lleva 45 años en esta ubicación, tomando fotos instantáneas a adultos y niños junto a su caballito de madera, que luego revela en Casa Orellana.

Partió tomando fotos en Tomé, junto a un tío, con un cajón artesanal de fotografía. "Es un oficio muy bonito de aprender. En ese tiempo era un trabajo bueno, porque la gente no tenía el conocimiento de la fotografía que han ido teniendo después. Entonces la persona era como un artista. Uno llegaba a una parte y la gente lo miraba como la gran cosa", recordó Alvial.

Con el tiempo avanzó a una cámara de 35 mm para tomar fotos a blanco y negro en interiores. Pero, como fotógrafo viajero, siempre prefirió su labor en el exterior, en sitios concurridos con visitantes ansiosos por guardar un recuerdo.

Según expresó José, "trabajé en muchos lugares, no solamente aquí en la plaza. Iba al Salto del Laja, en ese tiempo era libre, me iba el día viernes y trabajaba sábado y domingo allá. Era muy bueno, uno tomaba cualquier foto porque llegaba mucha gente y el que tenía máquina era un capo".

Además de esta disciplina, Alvial también es pintor y artesano en mimbre, ya que el arte siempre ha sido su pasatiempo y su forma de salir adelante. A los 71 años, continúa tomando fotos de personas junto a su caballito, o al lado de las camelias en flor, con una Nikon 330 al centro de la Plaza de la Independencia.

"La fotografía es algo eterno. La persona a veces está en un lugar, piensa que siempre va a volver y no es así. A veces no vuelve nunca más y tiene el recuerdo de la foto que se tomó", señaló el fotógrafo de Concepción.

La historia de esfuerzo del emblemático fotógrafo de Concepción

En 1952 nació José Elizardo Alvial Escobar y se crío en el campo de Ñipas, "bien aporreadito", bromeó. A los 21 años, su padre lo llevó hasta Tomé para que aprendiera de la fotografía junto a su tío.

"Él sabía de la fotografía, esa que se hacía artesanalmente en blanco y negro con un cajón, que uno revelaba adentro y copiaba en la paleta. Después venía el positivo, porque primero se tomaba un negativo y había que hacer uno bueno para una buena foto. A pesar de que no eran de mayor calidad, a la gente le gustaban", explicó el fotógrafo radicado en Concepción.

Le compró el cajón a su tío para dedicarse a eso, aunque comentó que "no era capaz de hacer un trabajo muy bien, ni rápido como debía de ser, porque me faltaba mucha práctica". Algo que consiguió junto a su señora, Silvia Pérez, quien hacía de modelo y también de fotógrafa.

"Le inculqué la fotografía y a ella le gustó. Salíamos, íbamos a Ñipas, al Salto San Miguel, a Yumbel, a Saltos del Laja, a todas partes. Yo la llevaba conmigo a trabajar y ella me ayudaba harto. Por ser mujer, ella atraía a mucha gente y yo le ayudaba a hacer más fotos. Pero la gente se acercaba mucho a ella", recordó el hombre.

Su trayectoria no se limita a la fotografía, trabajó haciendo bolsos en la Maleteria González, hizo artesanía en mimbre y también es pintor. No obstante, siempre vuelve a la Plaza Independencia, donde a veces le toca hacer de maestro con los interesados. "Hay jóvenes que son universitarios y vienen a preguntarme cosas a mí", indicó.

José Alvial: Un aprendiz de las artes con 50 años en la fotografía

Además de la fotografía, en José Alvial colindan muchos intereses, pero al que tiene en mayor estima es la pintura al óleo. También le ayuda que ambas disciplinas se nutran entre sí, ya que lo que aprende en una lo aplica a la otra.

"Cuando trabajo poco en esto de la foto, mantengo la pintura en mi casa. Hago maquetas, de repente tomo una y me pongo a hacer algo por intermedio de una foto. Me entretengo tanto que si empecé a las 9 de la mañana, me dan las 6 de la tarde", señaló Alvial. La mezcla de artes le ayuda a practicar sus planos y mantener su mirada observadora.

Aun así, consideró que "quizás si yo hubiese podido estudiar alguna de esas cosas, a lo mejor habría sido más exitoso. Porque eso está en la mente de uno, siempre hay algo que a uno le gusta, que le llama la atención y lo inventa. Lo trata de hacer, se esfuerza por hacerlo (...) De todo se va aprendiendo de a poco".

Después de 45 esforzados años, el fotógrafo continúa pagando su patente municipal para trabajar en la Plaza Independencia de Concepción. "No es un trabajo tan pesado", dice, aunque el cambiante entorno lo hace más agotador.

En su futuro, espera irse a vivir al campo. "Le digo a mi señora, 'cuando ya no pueda cargar el caballo, me voy a dedicar a la pintura'. Ahí a lo mejor hay que tener coraje y eso yo lo tengo. Hago un montón de cosas, voy a una parte y los coloco, lo que se venda y al precio que se pueda. Pero haré algo", concluyó Alvial.

Por mientras, continúa recibiendo a clientes, a sus hijos y nietos, para una imagen junto a su típico caballito de madera. Con sus fotos instantáneas, José Alvial es un fotógrafo representativo de Concepción y sigue haciendo historia desde la Plaza Independencia.

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