"No tengo a donde ir": Familias de la toma en Mirador del Pacífico se enfrentan al inminente desalojo

A diez años de la inauguración del Complejo Habitacional Mirador del Pacífico, los actuales habitantes de la toma se enfrentan al inminente desalojo de sus viviendas. Son aproximadamente 35 familias las que hoy residen en los departamentos del Lote 7 y que viven con miedo a la desocupación.

Desde sus inicios la edificación presentó fallas en su construcción que la dejaron inhabitable. Por lo que los beneficiarios originales tuvieron que abandonarla.

Sin embargo, un grupo de personas estableció una nueva vida en el inmueble vacío. Con hijos y mascotas, algunos llevan ocho años habitando el espacio que acomodaron a sus necesidades. Pero ahora, desesperados y sin certezas, ven cada día más cerca el desalojo.

"La gente está enferma de los nervios. Los niños ni duermen en la noche porque piensan que van a venir a desalojar", declaró Vania Paredes, presidenta y vocera de los vecinos del Lote 7. Quienes se reunieron el pasado 5 de octubre en una manifestación afuera del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) del Biobío.

Comunidad del Lote 7 en el Mirador del Pacífico se prepara para el desalojo

Cerca de 35 familias están habitando el Lote 7 del complejo Mirador del Pacífico en Talcahuano, que cuenta con 64 departamentos. El inminente desalojo anunciado por el Serviu se debe a los esperados trabajos de demolición, ya que el inmueble presenta riesgo de derrumbe.

Aun así, para las personas de la toma no es sencillo abandonar su casa. Muchas de estas viviendas no contaban con ventanas ni servicios básicos, además de que ya tenían problemas en los techos y pisos.

Cuando deciden ocuparlos también invierten en los arreglos, contratan agua, luz e internet, pintan las paredes y de a poco, forman una vida. "Yo tengo todas mis cosas, mis comodidades completas. De abajo empezamos como todos", comentó Matías Salazar, residente de la toma que logró crear un hogar.

Ahora este cotidiano es interrumpido porque deben retirar y guardar sus posesiones mientras esperan la desgracia. "Tengo que cuidar mis cosas, obviamente. Tuve que sacarlas para que no las estropearan, porque es un esfuerzo que yo hice", lamentó Paola García.

García, que vive sola con sus dos hijos y está embarazada, solo dejó lo indispensable: la cama y la cocina. Este drástico cambio de realidad es impactante para adultos y niños.

"Ellos sufren, piensan, nos ven a los grandes para allá, para acá, sacando cosas, moviendo lo más delicado", señaló Carolina, una de las vecinas. Agregando que "en mi caso yo no he sacado nada porque no tengo dónde irme. No tengo familia que me ayude".

"Es terrible porque no tengo a donde ir, no tengo a donde llegar", indicó García. Esta es la problemática principal de los vecinos del Lote 7 en el Mirador del Pacífico.

Vecinos de la toma del Lote 7 buscan una solución: No pueden recibir subsidios habitacionales

Por el momento, la única medida que considera el desalojo es el desplazamiento de las 35 familias a un albergue. Del que aun desconocen ubicación y capacidad.

"Para nosotros estar durmiendo aquí en nuestra cama y pasar a una colchoneta con una frazada es inhumano", señaló la vocera del Lote 7. Añadiendo que "hablamos con la municipalidad y supuestamente ni siquiera los animales están considerados. Nos dijeron, prácticamente, que botáramos 50 animales a la calle".

Los residentes de la toma en Mirador del Pacífico han buscado otras formas de vivienda, especialmente postulando a subsidios habitacionales sin éxito. "En el 2021 de 64 departamentos, 37 postularon y nadie se lo ganó. Ni siquiera una familia", declaró Paredes.

Esto a pesar de que cuenten con todos los requisitos, pertenezcan a un bajo porcentaje del Registro Social de Hogares y lleven múltiples postulaciones. "El Serviu no quiere que al Lote 7 le pasen subsidios", acusó Salazar.

"Por norma, como Ministerio no entregamos subsidios a quienes estén en toma", señalan desde el Serviu. "No incentivamos a que una acción ilegal sea utilizada para lograr un beneficio al que postulan miles de chilenas y chilenos que prefieren hacer la fila", sentenció el organismo.

Otra opción que están barajando es llegar a otro de los lotes de Mirador del Pacífico, pero señalan que es un proceso engorroso y arbitrario.

"Hay una cantidad de departamentos, que son 300 aproximadamente, que a lo largo del tiempo van a ir quedando desocupados", indicó la vocera. Continúo diciendo que "supuestamente, Serviu le dejó la responsabilidad a las dirigentes de cada comité. Si nos querían aceptar, nos aceptaban y si no, no".

Algo que ven como una muestra de discriminación y estigmatización. Dos fenómenos que como miembros de la toma en Mirador del Pacífico ya conocen bien y que agregaría otro grado de vulnerabilidad en medio de una delicada situación.

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