"Si fracasa, se alejan las posibilidades de solución razonable": Adolfo Millabur y su visión tras ser nombrado comisionado para la Paz

El ex alcalde de Tirúa y otrora convencional, Adolfo Millabur, fue designado como integrante de la Comisión para la Paz y el Entendimiento con el pueblo Mapuche. Él será uno de los ocho miembros de la mencionada instancia, que pretende catastrar tierras para su posible devolución al pueblo Mapuche.

En diálogo con Sabes.cl, Millabur ahondó en torno a las expectativas que tiene con la Comisión, el valor que le entrega al hecho de que los partidos políticas firmaran antes que él asumiera, su visión en relación a sus compañeros de trabajo en esta nueva Comisión, entre otros temas.

¿Con qué expectativas asume usted este nuevo desafío al cual es convocado?

-La expectativa siempre es con un sentido de realidad, pero teniendo presente la historia de los últimos períodos conocidos contemporáneos, de la conducta de los distintos gobiernos de turno. Porque desde (Patricio) Aylwin para acá (al Gobierno de Gabriel Boric) han habido anuncios y uno podría destacar que Aylwin lo que comprometió en Imperial lo cumplió. Cumplió uno de los cinco puntos que comprometió y el resto nunca le hizo empeño diría yo.

Pero sí la Ley Indígena podríamos decir que imparcialmente cumplió, el resto no, de los compromisos asumidos. Después uno podría repasar todo aquello y lo único que podría destacar es cuando (Ricardo) Lagos llamó a una Comisión para la Verdad y Nuevo trato. Quedó un documento, que es un diagnóstico, que es un aporte, pero que no fue más allá de que fue un diagnóstico.

Develó una verdad que Chile necesita conocer y que pocos saben. Ese informe es importante en este contexto y que entrega mucha información de cómo se hicieron de nuestro territorio los chilenos, no los españoles porque los españoles tenían frontera con nosotros. En 1860 en adelante con lo que hizo Chile con nuestro territorio, con el Ejército y después a través de la instalación de colonos en nuestro territorio.

Ahí hay un documento que dice un poco de eso, lo que se conoce como Comisión de Verdad y Nuevo trato. Después todo los otros Gobiernos han sido grandes anuncios pero no se ha materializado nada. Con el actual llamado del presidente, en su afán y su empeño de un presidente joven, que no tiene los prejuicios de la generación antigua, le creo que es genuino su convocatoria.

Así lo he visto también porque por lo menos hicieron el esfuerzo de hacer que concurran las fuerzas políticas que están representadas en el Parlamento, desde los republicanos hasta el Partido Comunista para firmar aquella voluntad de que esta comisión llegue a un puerto, para que ojalá nos diga una ruta para buscarle la solución a la convivencia entre los mapuches y el Estado chileno.

Los primeros en firmar fueron los representantes de los partidos políticos. ¿Qué valor le entrega a ese hito? ¿Cree que hay un avance?

-Es un signo importante que da luces de cuál es la importancia que tiene solucionar la convivencia del pueblo Mapuche con los chilenos a través de la institucionalidad del Estado, que hoy día no existe.

También devela que es una crisis que está compleja la forma de entenderlo y creo que los distintos partidos leen eso. Espero que la presencia se mantenga hasta cuando se entreguen los resultados porque en el camino vamos a ver si la presencia de ellos fue genuina o solamente para sacar pequeñas ventajas que son a veces electoralmente interesantes, pero que no contribuyen a la cuestión duradera.

¿Qué opinión tiene de sus compañeros, con los que va a tener que trabajar, conversar y ponerse de acuerdo?

-Como cuando uno entra, me imagino yo, a un desafío que no conoce los actores y no ha tenido el vínculo permanente de interés de poder trabajar juntos. Yo tengo ese de trabajar juntos, en el desafío de buscar una ruta de entendimiento, porque la palabra dice por la paz y el entendimiento.

Yo creo que lo primero que hay que lograr es una ruta de entendimiento porque consigo llegará la paz. Es lo primero, lograr una ruta de entendimiento para poder abordar las distintas aristas que tiene la situación de conflicto que vivimos en nuestro territorio.

Se valoraron mucho los intentos de Alfredo Moreno cuando fue ministro para destrabar el conflicto. ¿Qué visión tiene de su participación en esta etapa?

-Pasó que cuando llegó a asumir el cargo por el Presidente (Sebastián) Piñera, fue como el 99.9% de los políticos de los cargos de alta envergadura del país, que conocen tres de los problemas de las regiones nuestras, sobre todo en relación a la problemática mapuche.

Creo que ha tenido un progreso importantísimo en comprender y asimilar a traer los distintos diálogos que él implementó. Él supo lo que significa este desafío. Yo creo que es una persona que ha evolucionado en la comprensión y ha tenido la apertura de dar una lectura en función de la verdad.

¿Ve esto como un desafío? ¿Una oportunidad?

-Es un desafío de buscarle una solución. Yo diría que no hay margen en este desafío a que fracase porque si fracasa, las posibilidades de solución razonable, se alejan y los argumentos de aquellas organizaciones o aquellos grupos de interés empresarial dan la razón de que esto tiene otro camino. La represión, que sería todo lo que conocemos como trama cuando no hay solución por el entendimiento.

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