La Silvita anhela volver al centro de Concepción y dejar Mercado Provisorio: “No llegan por lejanía”

Diez años se cumplen desde que se incendió el emblemático Mercado Central de Concepción, un lugar que actualmente guarda miles de historias de los locatarios que trabajaban ahí y también de los cientos de personas que llegaban a disfrutar de sus deliciosas comidas y productos. Hoy la nostalgia vuelve, la pena invade el corazón de cientos de penquistas al ver destruido el lugar que dio vida a la ciudad.

Luego de todos estos años, aún existen debates en torno al destino de lo que queda del Mercado Central. Muchos de los vendedores emigraron al Mercado Provisorio del Gran Concepción para continuar con su trabajo, aunque no a todos les fue bien. Sin embargo, otros persistieron y abrieron camino para seguir deleitando a las personas con sus esquistos almuerzos. Una de ellas es Jaqueline Espinoza, más conocida como "La Silvita".

La icónica cocinera penquista recordó junto a Sabes.cl lo terrible que fue aquel día "primeramente porque se nos quemó un lugar de trabajo donde había muchas personas. Era como un pueblito en una ciudad grande, donde la gente se juntaba, lamentablemente han pasado bastantes años y todavía no se ha solucionado".

"Nos cambió la vida a muchos. Yo seguí trabajando en el mercado nuevo, he estado siempre luchando, pero mucha gente no pudo seguir trabajando porque lamentablemente la venta de ese lugar no era para todos y se tuvieron que retirar varios. En este momento estamos trabajando ocho personas en el segundo nivel, hay poca cocinería, hemos abarcado más el patio de comida porque todos los locales que no se abrieron se nos pasó para poner mesas y nadie más tuvo interés", relató.

El incendio del Mercado Central que cambió la vida de muchos

Pese a esto, reconoció que "la vida y el trabajo que nosotros tuvimos, todo eso se fue y las ventas son tremendamente muy diferentes a lo que vendíamos en el Mercado Central porque todavía existe gente que no sabe que está el mercado y que el segundo nivel hay cocinería".

Y es muchas personas no llegan al mercado por la lejanía que este tiene con el centro penquista, además el lugar tampoco cuenta con estacionamiento, lo que hace imposible que las ventas aumenten. Mientras que, en el Mercado Central la gente pasaba a comerse sus picarones o almorzaban una rica cazuela porque la comida de los mercados siempre han sido caseras y criollas, que es lo mío, también los mariscales y así en las tardes pasaban a tomar once".

Al retroceder en el tiempo, Silvita expresó que "en realidad mi vida se partió en dos cuando el mercado se quemó porque era mi otra casa. Eran buenos tiempos, el problema es que a mí por la pena se me produjo un cáncer mamario. Ya llevo tres cánceres operados, pero mi lugar de trabajo es el que me da la fortaleza, voy a trabajar, aunque ya no soy la maestra, pero atiendo gente", expresó entre risas.

Asimismo, manifestó que cuando pasa por fuera del mercado la inunda la pena y reveló cuando se tomó el recinto, "dormí en el suelo, pasé hambre y pensé que todas iban a entrar, porque si hubiera sido así ya habría estado hecho el mercado, pero no lo hicieron, solo se reían. Mi familia me sacó con espátula de ahí".

Silvita y el apoyo de su hija y trabajadoras

Esta cocinera destacó el apoyo que tiene de su hija y el grupo de mujeres que hoy levantan el negocio. Ahora espera que su primogénita sea quien siga adelante con la cocinería el día en que ella deje esta tierra. Sin embargo, expresó que "espero que Dios me dé vida para volver al Mercado, verlo, conocerlo o si no que le den la oportunidad a mi hija que arriende porque ella ha sido mi mano derecha".

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