
Los huesos que esperaron medio siglo para ser levantados
Poco después del golpe del 73, unos pirquineros encontraron un cadáver cerca de su mina, el cual tenía cortes en el cuerpo. Días antes del hallazgo habían escuchado ruidos de helicópteros. Pactaron no contárselo a nadie. En 2009 la hija de un detenido desaparecido llegó a trabajar a esa misma mina y le relataron la historia. Ella recorrió todas las instituciones para que levantaran estos restos e investigaran su identidad, pero se demoraron 14 años en hacerle caso.
Hace 52 años unos pirquineros encontraron un cadáver en la cima de un cerro, cerca de la mina en la que trabajaban. El cuerpo era de un hombre joven y tenía varios cortes en el cuerpo. El hallazgo ocurrió poco después del golpe de 1973. No se sabe si habían pasado días o semanas desde el 11 de septiembre. Es que quienes lo encontraron, ya están fallecidos.
Los mineros decidieron tapar al muerto con maderas, cartones y piedras para que las jaurías de perros no se lo comieran. También hicieron un pacto de silencio: no había que contarle a nadie sobre el cadáver, porque podía ser peligroso. Además habían escuchado un helicóptero sobrevolando la mina, por lo que pensaron que militares podrían estar involucrados.
36 años después, en 2009, Ruth Castillo llegó a trabajar a esa misma mina: la Marimaca, a 22 kilómetros al este de Mejillones, en la Cordillera de la Costa.
Un día se enteró de la existencia de una animita a la que llamaban la del “Cortadito”. “Los mineros a veces subían a un cerro con velas y flores. Les pregunté qué había arriba y me contestaron que había una persona enterrada. Les pregunté si era algún minero y me dijeron que no, que el cuerpo estaba desde antes de que ellos llegaran”, relata al teléfono desde Puerto Saavedra, donde vive actualmente.
El relato de don Paulino sobre los huesos después de medio siglo
A Ruth, hija de un detenido desaparecido en Tocopilla, le interesó saber más de la historia, así que preguntó si quedaba alguien vivo de entre quienes encontraron al “Cortadito”. Le respondieron que don Paulino. “Él era un viejito, pero muy viejito, que estuvo a cargo de ese pique minero. Antes de hablar con él, subí al cerrito y efectivamente había un montículo de tierra que estaba tapado con piedras. Tenía una cruz, unos cascos mineros, frasquitos con flores y le prendían velitas. Le pedían para que les fuera bien, que no hubiese derrumbes y esas cosas. En una bajada a la ciudad, fui a la casa de don Paulino a preguntarle y él me contó la historia”.
Lo que Ruth recuerda del relato de don Paulino es que para el año 73, él y sus compañeros mineros se enteraron del golpe de Estado por la radio. “Ellos siguieron trabajando y en uno de esos días dice que se sintieron helicópteros que pasaban muy bajo. Y dice que cuando escucharon ese ruido, se metieron dentro del pique, se quedaron ahí y salieron cuando el ruido se fue. Desde el cielo no se ven los piques mineros. Un día después de terminada su faena, alguien subió al cerro a hacer sus necesidades y se encontró con este cuerpo”.
Según el testimonio que le entregó don Paulino a Ruth, el cadáver tenía pocos días y se le veían cortes. “Tomaron el acuerdo de que no iban a hablar de eso, que lo iban a cubrir y no iban a ir a carabineros para no meterse en problemas. No querían ser parte de lo que estaba pasando”.

En el "Episodio Tocopilla" algunos fusilamientos se realizaron en la mina La Veleidosa, cercana a ese puerto. Los huesos de Marimaca, que estuvieron allí por medio siglo, podrían pertenecer a uno de ellos (imagen: DesiertodeMemorias).
El caso Tocopilla
Manuel del Carmen Muñoz Cornejo en 1973 tenía 33 años y era jefe de personal de la Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich, actual SQM), en Tocopilla. El 11 de septiembre a través de la radio local, se le conminó a presentarse a las nuevas autoridades. No alcanzó a hacerlo. Fue detenido por una patrulla de carabineros el mismo día. La patrulla estaba comandada por el teniente Alex Cantín Leyton.
Su esposa, Angela Vega, lo visitó en la cárcel de Tocopilla hasta el 14 de septiembre, cuando desapareció. No le dieron explicaciones sobre qué hicieron con él.
El 2021 se dictó sentencia contra exmilitares y excarabineros por el asesinato y el secuestro calificado de 12 víctimas en Tocopilla, durante los primeros días del golpe. La mayoría fue fusilado en una mina cercana a Tocopilla, llamada La Veleidosa. Sus cuerpos fueron arrojados a un pique minero con más de 600 metros de profundidad. Recién en 1991 fueron recuperadas e identificadas cuatro osamentas. El caso de Manuel Muñoz está tipificado como secuestro, ya que su cuerpo no ha sido encontrado.
De institución en institución
Ruth Castillo es hija de Manuel Muñoz. No lleva su mismo apellido porque fue concebida fuera del matrimonio. Ruth nació en 1968 en Antofagasta y desde los 16 años está intentando conocer qué pasó con su padre. Su búsqueda también es parte de su lucha por ser reconocida como hija. Explica que cuando le contaron la historia del “Cortadito”, pensó que podría ser él.
Lo primero que hizo fue ir a Investigaciones, pero ahí le dijeron que mejor fuera a poner la constancia en Carabineros de Mejillones. “En Mejillones me dijeron que mejor vaya a Antofagasta, y así me mandaron de un lado a otro”.
También asegura haber visitado el Servicio Médico Legal en Antofagasta. “Era tanta mi desesperación que hablé con el director y le dije que si yo misma podía traerles el cuerpo. ‘Si tú lo haces, yo te tengo que denunciar, porque eso no lo puedes hacer tú. Y lo más probable es que te vayas detenida’, me respondió”.
Ruth explica que años después le informó al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), pero le pidieron que antes debía tener certeza que debajo del montículo había una persona. “Volví a subir a la mina, yo ya no trabajaba ahí. Ni siquiera existían los campamentos donde yo estaba en ese tiempo. Subí con mi hermana y mi mamá. Empecé a destapar y encontré una falange de un dedo. La dejé ahí mismo donde la encontré, la tapé. Empecé a escarbar bajo la cruz y estaba el cráneo. Mi hermana grabó lo que encontramos, pero su celular cayó al agua pocos días después y no pudimos rescatar la grabación”.
Debieron pasar varios años, y entre medio el estallido social y la pandemia, para que Ruth pudiera tener otra oportunidad de que le pusieran atención a su hallazgo. “No sé si fue el 2022 o el 2023 cuando nos encontramos en Calama con funcionarios del INDH. Yo ya estaba sobrepasada con todo esto. Expuse el caso y en esa oportunidad, gracias a Dios, sí nos pusieron oídos. Se comunicaron con el ministro en visita (a cargo de las causas de Derechos Humanos en la zona norte), y se gestionó todo (la exhumación)”.

La exhumación y la nueva espera
El 26 de julio de 2023, 50 años después que fuera encontrado por los mineros y 14 después de que Ruth pusiera la primera denuncia, por fin los restos fueron levantados. Hasta la mina llegaron el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó y La Serena, Vicente Hormazábal Abarzúa, y funcionarios del Servicio Médico Legal. También estuvo Ruth.
“Ahí estaba él. Estaba con una camisa. Me preguntaron si esa camisa era de cuando el cuerpo llegó ahí. Les respondí que si me hubieran preguntado todo esto hace 14 años, cuando encontré el cuerpo, tal vez podría responder porque aún estaba don Paulino vivo”.
Entre medio de todo, Ruth puso atención a los detalles que podían vincular el cuerpo a su padre. “Pero no es mi papá. Mi papá tenía su dentadura completa y a la persona que estaba ahí le faltaban unas piezas dentales desde hace tiempo, de antes de morir, según me explicó la especialista ese mismo día”.
Eso sí, Ruth explica que podría ser alguno de los compañeros de su padre también desaparecidos: Claudio Tognola, Luis Segovia, Carlos Garay, Agustín de la Cruz Villarroel, Luis Gómez o Vitalio Orlando Mutarello Soza. “Sabemos que cuando pasó la caravana de la muerte, no quedaron nuestros familiares en un cementerio. Los lanzaron al mar, los tiraron a distintas partes, pueden estar en un cerro o la pampa”.
Sobre la identidad del cuerpo de la mina Marimaca, Ruth explica que aún no tiene noticias. “Sé que le iban a realizar unos exámenes en Estados Unidos, pero no nos han informado de los resultados”.
Se le consultó a la Corte de Apelaciones de La Serena sobre estos peritajes, ya que actualmente la causa está a cargo del ministro de ese tribunal Sergio Troncoso. La respuesta fue: “Consultada la Unidad de Derechos Humanos, informan que aún no existe información desde el SML sobre las pericias realizadas al cuerpo”.
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