Editorial: Las súplicas de la madre de Pablo Marchant son impresentables

Pablo Andrés Marchant Gutiérrez era estudiante de Antropología de la U. de Concepción y tenía 29 años cuando murió en medio de unos hechos que no están del todo claros. Para algunos falleció en medio de un enfrentamiento tras una acción de sabotaje de la CAM en un fundo de propiedad de Mininco. La otra versión es que sencillamente fue asesinado a mansalva por un funcionario de carabineros.

Los hechos ocurrieron el 9 de julio de 2021 y si bien es cierto Marchant originalmente era de la Región Metropolitana hacía rato ya que estaba asentado en Concepción. Lo que sí está claro que el estudiante integraba las filas de una ORT de la Coordinadora Arauco Malleco y en ese contexto estaba en el fundo Santa Ana. La muerte de Marchant golpeó duramente a Héctor Llaitul (hoy condenado a más de 20 años de cárcel), no solo por la cercanía que tenía con el fallecido, sino porque en primera instancia se dijo que el que había muerto era Ernesto Llaitul, su hijo.

Marchant fue enterrado en medio de una ceremonia tradicional (fuera de norma del mundo huinca) en el mismo fundo Santa Ana que hoy -tras un proceso de recuperación- está en manos de la CAM.

Uno podría pensar que después de los honores que recibió como Weichafe en los sepelios, la madre de este joven tendría en general una buena relación con la CAM. Pero públicamente nos hemos sorprendido con que Miriam Gutiérrez, está prácticamente rogando para poder ver la sepultura de su hijo.

El último intento por acercarse al lugar fue a inicios de este mes de septiembre, cuando un grupo de personas entre ellos el fiscal, militares y PDI llegaron a Lumaco para evaluar la factibilidad técnica y de seguridad para hacer la exhumación, pero ni siquiera pudieron acercarse porque fueron recibidos a balazos.

Miriam pide encarecidamente a la CAM que se permita en ingreso de los profesionales para hacer la exhumación. Lo que se subentiende es que con esta acción no se está permitiendo es el acceso a la justicia.

Por otro lado, no podemos dejar de mencionar el hecho que el Estado de Chile y sus organismos auxiliares de la Justicia tengan ingreso vedado a determinados puntos del territorio nacional.

O sea, este asunto de impedir el acceso a la tumba de Patricio Marchant es impresentable desde todo punto de vista.

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