Encarcelación parental: El problema de los estigmas que deben enfrentar los hijos de padres encarcelados en Chile

Sofía y Nicolás, cuyos nombres reales se mantienen en reserva, son hijos de una persona que está privada de libertad. A sus 9 años, ella supo que su padre sería encarcelado, mientras que su hermano, quien tenía 4 años en ese momento, se enteró después.

Hoy Sofía recuerda que tras conocer el hecho adoptó el silencio como un compañero constante. "No sabía cómo explicárselo a mis amigas", reflexionó ahora que tiene ya 15 años. Por su parte, Nicolás se enteró de esta situación a sus 10 años. Al saberlo, entre lágrimas le mencionó a su madre "tendré 20 cuando salga mi papá".

"Fue difícil seguir con nuestras vidas; mis hijos tuvieron que abandonar a sus amigos y evitar las preguntas incómodas sobre su padre. El programa Abriendo Caminos fue un salvavidas para nosotros", indicó la madre de los menores.

Ambos pequeños son hijos de un excarabinero involucrado en un caso de connotación pública. De esta manera, sus testimonios son un reflejo de un problema serio que deben enfrentar los hijos de padres privados de libertad.

Programa Abriendo Caminos

El caso recién presentado corresponde a uno de los casi 500 que abordan en el programa Abriendo Caminos de la Corporación CATIM. Esta iniciativa, la cual está presente en el Biobío y Ñuble desde 2019, ha resultado fundamental para que la madre se sienta acompañada en medio del juicio social.

"No sé si algún día lograré describir ese momento o traspasar de alguna manera los sentimientos que sentimos como familia, que de ser una familia normal a tener que llegar al punto de tener que ocultar nuestra identidad por miedo a los prejuicios, al daño, a los comentarios mal intencionados, a tener que escondernos para que ninguna cámara logrará tener un registro de mi familia y así poder proteger la identidad de niños de 4 y 9 añitos que no entendían lo que pasaba a su alrededor", reflexionó la madre.

La situación del padre, quien cumple una condena de 16 años, dejó expuesta a su familia al juicio social. Al respecto, la madre de los niños comentó que "fue difícil seguir con nuestra vida normal. Mis hijos comenzaron a tener problemas en la escuela, evitaban a sus amigos y no sabían cómo enfrentarse a las preguntas sobre su papá".

"El programa Abriendo Caminos ha sido un grupo de apoyo para nosotros. Me han escuchado, me han visto llorar, no han emitido nunca un juicio hacia mi familia. Nos han entregado muchas herramientas para salir adelante y lo más importante es que siempre creen en los sueños y logros de mis hijos", manifestó la mujer.

Cabe mencionar que el 30 de septiembre pasado, durante el Día de Debates Generales sobre los Hijos de Padres encarcelados, promovido por el Comité de los Derechos del niño, se destacó la relevancia de reconocer el impacto de la encarcelación en los niños y niñas.

La importancia del apoyo psicosocial

El programa Abriendo Caminos forma parte del Subsistema de Seguridad y Oportunidades del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. No obstante, es ejecutado directamente por la Corporación CATIM. En esta iniciativa se brinda acompañamiento psicosocial integral a los hijos de personas encarceladas.

Acerca de esto, Jonathan Ibáñez Saavedra, trabajador social del programa, declaró que "aquí pueden hablar de lo que sienten sin miedo a ser juzgados" y que "nuestro objetivo es que los niños, niñas y adolescentes no se vean atrapados por el ciclo de estigmatización y el trauma".

Por su parte, Sandra Castro Salazar, directora ejecutiva de CATM, dio cuenta de la relevancia que tiene visibilizar este tipo de realidades presentes en nuestro país.

"La sociedad no siempre dimensiona el impacto que la privación de libertad, de un progenitor, puede afectar a las niñeces. Es fundamental generar redes de apoyo que no solo atiendan a los niños en lo inmediato, sino que también les permitan desarrollarse en un entorno que los proteja y valide sus emociones", sostuvo.

Una situación a nivel país

Aproximadamente, un estimado de 59 mil niños deben lidiar con los problemas que conlleva la encarcelación de su padre, madre o referente adulto. Por ende, no solo enfrentan una separación física, sino que también el peso del estigma social. En este contexto, la cifra además da cuenta de la magnitud de un conflicto que impacta a las familias de los internos, sobre todo, a los hijos, quienes suelen ser invisibilizado en el debate público.

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