Editorial: Tomás Antihuén, la suma de rumores no permite construir una verdad periodística

El fin de semana corrió con fuerza el rumor de que el cuerpo de Tomás Antihuén, el prófugo por el asesinato de los 3 carabineros en Cañete, había sido encontrado muerto.

En rigor todos los medios, todos recibimos esta información, pero era un rumor. Lo que corresponde en este caso es confirmar la información con fuentes confiables y no dejarse llevar por los rumores y sencillamente publicar como ocurrió con una serie de canales de difusión que en rigor no alcanzan a ser medios de comunicación.

Quienes ejercemos el Periodismo lo sabemos bien, la suma de los rumores sobre un hecho no permiten construir una verdad periodística. La verdad periodística se alcanza utilizando técnicas de investigación y de la confirmación de la fuente. Los rumores no se publican, se investigan y se confirman o se desechan.

¿Cuál es el mayor problema en este caso?

Que en general los ciudadanos o muchos de ellos no hacen la diferencia entre un sitio web, una página y un medio de comunicación formal. Para muchos chilenos todo es lo mismo, muchos de hecho reconocen que se informan de noticias a través de twitter o en tik tok y no en medios formales. Entonces al publicarse irresponsablemente, lo que parece ser derechamente una fake si es que no una maniobra destinada a desviar la investigación, le hacen un tremendo daño a los medios tradicionales.

Decimos estos porque se entregó información falsa y ahora habrán ciudadanos que dirán -en su confusión- que los medios mienten, cuando en realidad quienes mintieron fueron los sitios que no ocuparon la técnica periodística.

Lastimosamente no es primera vez que pasa esto. Hace algunos años uno de estos pseudo medios en el contexto de intensas lluvias, sistemas frontales anunció la apertura de las compuertas de la represas en el Alto Biobío y generó todo un caos en Hualqui. En aquella oportunidad las autoridades reaccionaron y dijeron que iban a perseguir en al justicia las responsabilidades de este pseudo medio por la difusión de esta información falsa. Y ¿Qué paso? nada, absolutamente nada y lo peor es que son las propias autoridades de este gobierno y otros, además de parlamentarios quienes a veces privilegian a estas páginas por sobre los medios tradicionales.

Nos falta mucho aún para ordenar este desorden que es propio del desarrollo de las tecnologías que abrió un campo para que cualquier persona informar libremente, cuestión que en si mismo no está mal, pero si tu quieres información verificada de verdad prefiere los medios tradicionales, aquellos donde hay periodistas que tuvieron clases para aprender la técnica periodística y ética para entender los daños que se pueden generar con una publicación falsa noticia.

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