Testimonios de madres: ¿Ha evolucionado la maternidad con las distintas generaciones?

De las madres, de ser madre se ha escrito mucho. Pero si de literatura se trata vamos a empezar esta nota con un poema de Gabriela Mistral. Y esta elección no es al azar porque Lucila Godoy nunca fue madre, pero Gabriela si supo con un poema describir lo que es la madre para un hijo.

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar…

En esta nota vamos a rendir un homenaje a las madres y las maternidades, porque como se ha dicho no hay una sola manera de criar un hijo y eso ha ido cambiando con las generaciones.

Mirtha y la maternidad en los años70

Mirtha Muñoz tiene 68 años, vive en Pedro del Rio Zañartu, es dirigenta vecinal y fue madre en plena dictadura militar, una época muy compleja para Chile.

Mirtha accedió a contarnos parte de su experiencia como madre en los 70 y 80: "Para mi ser mamá fue una de las experiencias única y especial el tener durante nueve meses un ser que lo verás y disfrutarás para siempre. Fue un 8 de diciembre de 1973 que nació mi hijo mayor Roberto Giovanni, pesó 4 kilos y midió 52 cm. Sentir su primer llanto es algo que te hace olvidar todo lo que pasaste en su llegada al mundo, sentir que ese ser depende completamente de mí nunca se olvida, la llegada de tus hijos. Hoy soy madre de cinco hijos, llevo un dolor muy grande en mi corazón porque perdí a mi hijo mayor hace 9 años. Hoy soy abuela de siete nietos y bis abuela de un bebito de 5 meses".

Nathalia Araya: "Mis hijos me movilizan"

Nathalia Araya tiene 38 años, es profesional y por segunda vez ha sido madre hace solo 3 meses. Ya tenía un hijo, Cristóbal, hoy de 15, pero las experiencias siempre son distintas sobre todo cuando hay tanta distancia entre uno y otro retoño.

Ella describe así su maternidad: "Ser mamá para mí ha sido un regalo. Una fuente de aprendizaje y amor constante. Algo desafiante que me impulsa e inspira cada día. No, no es para nada fácil, sobre todo considerando lo históricamente subvalorado que ha estado este "trabajo de tiempo completo", además de las presiones sociales y culturales impuestas, pero ese amor tan profundo y genuino no se compara a nada. Hoy, después de 15 años, experimento una segunda maternidad mucho más consciente, pero con los mismos miedos naturales del proceso. Más madura, pero también más sensible. Si tuviera que elegir, sin duda, volvería a ser mamá, mis dos hijos me movilizan en el más amplio sentido de la palabra".

Scarleth, ser madre y estudiante: "Conocí el amor más puro"

Scarleth Vásquez tiene 23 años y es estudiante de periodismo en la UdeC. Hace 4 meses fue madre de Meredith.

Obviamente compatibilizar una carrera profesional y la maternidad no es tarea fácil, en más de alguna ocasión Scarleth ha debido asistir a clases con su hija. Se queda atrás para "no molestar a la clase", nos confiesa.

"Para mí ser madre lo es todo, ya que desde que la tuve en mis brazos conocí al amor más puro y sincero en un ser tan pequeñito. Además, es mi fuerza y el despertar a su lado y ver su rostro es pura felicidad. Es la motivación para despertar a enfrentar la vida con una sonrisa. Sin tomar en cuenta las dificultades que se nos han presentado, cuando estamos juntas solo existimos ella y yo. Por otra parte, cabe mencionar que admiro totalmente a cada una de las madres, que luchan día a día por entregarle lo mejor a sus bebés, y no me refiero a lo material", afirmó.

Natalie Villalobos: "Ser madres es la mejor aventura"

Natalie Villalobos González tiene 34 años, es mamá Maite de 7 años y Luciano de 5. No se equivoca al afirmar que su maternidad ha sido una aventura. Hoy vive en Viña, pero por largos años trabajó en Concepción y después emigró a Florida, siempre acompañada de sus hijos.

"Ser mamá es la mejor aventura que me tocó vivir. Es uno de los desafíos quizás más complejos, ya que nadie nace sabiendo cómo ser mamá, pero es sin duda un viaje a lo más increíble que te pueda pasar. Un mundo de emociones que no se conoce antes de ser mamá, al punto que aprendes una nueva forma de ver las cosas, de entender otras y de entender también que tú mundo gira en torno a esos ojitos que esperan a que llegues a casa. Y esas miradas, esas manitos que te toman para sacarte de ese mundo de adulto que a veces nos consume es una de las cosas que uno quisiera que jamás se terminen. Ser mamá es conocer el amor más puro, más solidario, más desinteresado que pueda existir y yo amo profundamente que mis hijos me hayan elegido para caminar juntitos", reflexiona.

Partimos esta nota con una premisa; entendíamos que ser madre podría ser distinto para distintas generaciones, pero nos dimos cuenta que no. Las madres entrevistadas, todas de distintas generaciones, destacaron una sola cosa: el amor por sus hijos, eso no cambia y no cambiará nunca.

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