Escasa demanda y restricciones por Covid-19 complican a las fábricas
Las actividad de las fábricas de Asia y Europa tuvo dificultades para cobrar impulso en julio, ya que la escasa demanda mundial y las estrictas restricciones por el COVID-19 en China frenaron la producción, mostraron encuestas el lunes, lo que probablemente agrave los temores a que las economías entren en recesión.
Una serie de Índices de Gerentes de Compras (PMI) de julio mostraron que los nuevos pedidos cayeron en las potencias manufactureras, en particular los gigantes tecnológicos del noreste de Asia y en Alemania, aunque mostraron que las presiones sobre los precios podrían estar disminuyendo.
El PMI final del sector manufacturero de S&P Global para la zona euro cayó a 49,8 en julio desde el 52,1 de junio, la primera vez desde junio de 2020 que se sitúa por debajo del umbral de 50, que separa el crecimiento de la contracción en la actividad.
La producción está cayendo en los países de Europa
El índice que mide la producción, que alimenta el PMI compuesto que se publicará el miércoles y que se considera un buen indicador de la salud económica, se hundió hasta un mínimo de más de dos años, al situarse en 46,3.
S&P Global dijo que la producción estaba cayendo en todos los países de la zona euro encuestados, excepto en los Países Bajos, y que el ritmo de caída era especialmente preocupante en Alemania, Francia e Italia, las tres mayores economías del bloque.
Mientras, los minoristas alemanes cerraron el primer semestre de 2022 con la mayor caída interanual de las ventas en casi tres décadas, ya que la crisis del costo de la vida, la guerra en Ucrania y los efectos persistentes de la pandemia del coronavirus pasaron factura.
La economía del bloque creció más que lo esperado en el último trimestre, según una primera lectura realizada el viernes.
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El aumento de los precios de materias primas ha supuesto un reto para empresas y autoridades
El aumento de los precios de las materias primas a nivel mundial, en medio de las interrupciones de la cadena de suministro causadas por la pandemia y la guerra de Ucrania, ha supuesto un reto para las empresas y autoridades en todo el mundo, y los bancos centrales se han apresurado a endurecer la política monetaria y las compañías a recortar costos.
El mes pasado, el Banco Central Europeo subió las tasas de interés más de lo previsto, ya que la preocupación por la galopante inflación se impuso a la del crecimiento.
En Estados Unidos, donde la Reserva Federal ha estado subiendo las tasas de interés de forma agresiva, la economía se contrajo inesperadamente el pasado trimestre, aumentando el riesgo de que la mayor economía del mundo esté en la cúspide de una recesión. Un sondeo de Reuters de julio daba un 45% de posibilidades de recesión en la zona euro dentro de un año.
Tensión en Asia
La actividad de las fábricas de Corea del Sur cayó por primera vez en casi dos años, mientras que en Japón se registró el menor crecimiento de la actividad en 10 meses, en medio de las persistentes interrupciones de la cadena de suministro.
El crecimiento de la actividad en China también se desaceleró, mostró el lunes el sondeo de PMI Caixin del sector privado, a pesar de una cierta relajación de las estrictas restricciones internas por el COVID-19 que azotaron a la segunda economía mundial en el segundo trimestre.
El PMI de Caixin del lunes siguió a una lectura aún más sombría del PMI oficial del gobierno publicado el domingo, que mostró que la actividad cayó inesperadamente en julio en medio de nuevos brotes de COVID-19.
Las condiciones en algunos lados son optimistas
Sin embargo, hubo algunas noticias positivas para la región, ya que los PMI indicaron que el crecimiento de los precios de los insumos se ha moderado en China, Taiwán, India y Corea del Sur.
Las condiciones en algunas partes del sudeste asiático también fueron optimistas, con los PMIs apuntando a la aceleración de la actividad en Indonesia, Malasia y Tailandia, donde el crecimiento de los nuevos pedidos contrarrestó los descensos observados en otras partes de la región.
Las exportaciones de Corea del Sur crecieron a un ritmo anual más rápido en julio, ya que la fuerte demanda de Estados Unidos compensó las débiles ventas a China, mostraron el lunes los datos comerciales por separado.