
Las influyentes figuras históricas que descansan en el Cementerio General de Concepción
Con más de 200 años de historia, desde sus inicios el Cementerio General de Concepción ha servido como un lugar de reposo para millones de habitantes del Biobío, y también del mundo. Entre ellos se encuentran figuras conocidas que, por sus logros nacionales y locales, dejaron una huella permanente en la historia.
Fue así como recorrimos el cementerio con el fin de conocer a los personajes que han influido en distintas áreas de desarrollo de Chile y el Biobío que descansan en el sitio. Algunos abandonaron este mundo hace más de 100 años, mientras que otros solo llevan algunas décadas.
Enrique Molina Garmendia
Muy probablemente has escuchado hablar de Enrique Molina Garmendia por el teatro ubicado en Avenida Víctor Lamas. Hoy dicha estructura es, por cierto, un punto patrimonial emblemático de la comuna de Concepción.
Víctor Aravena, director de Extensión de la Corporación SEMCO, nos reveló que Enrique "fue un destacado filósofo y abogado, pero también reconocido más que nada por su rol como educador. En su trabajo en el liceo que hoy día lleva su nombre -Liceo Enrique Molina- y también en la fundación de la Universidad de Concepción".
Asimismo, destacó a esta importante personalidad por su rol en la creación de la casa de estudios penquista, sobre todo por la visión de que su campus fuera de carácter más público "hoy inserto en el centro de la ciudad, lo cual era bastante extraño para la época".
Según nos comentó Víctor, en su tiempo como rector de la Universidad de Concepción, era muy apreciado por los habitantes de la ciudad. "Los estudiantes lo iban a saludar el día de su cumpleaños. Él salía al balcón de su casa, que hoy es el edificio de rectoría, y los saludaba de vuelta (...) había otra relación entre la comunidad estudiantil y sus autoridades", expresó. Actualmente, el mausoleo que le da cobijo a sus restos en el sector patrimonial del cementerio, junto a otras grandes personalidades de la historia penquista.
José María de la Cruz Prieto
"El caudillo del sur", era uno de los apodos que tenía José María de la Cruz, un destacado general de Concepción, que se involucró en el conflicto entre pipiolos y pelucones. Durante su vida militar, participó en importantes batallas por la independencia de Chile, como Chacabuco, Maipú y Pangal.
"Su rol histórico posterior a la independencia, fue defender, desde el punto de vista liberal, la autonomía de las regiones frente al centralismo más conservador concentrado en Santiago. Además de representar militarmente la causa liberal, él era muy reconocido en su tiempo, principalmente por enfrentar las carencias sociales que en aquella época se vivían fuera de Santiago, porque el proceso de independencia no acaba con la declaración, mucho menos con la primera junta de gobierno; es un largo recorrido que representó un enorme costo humano y material, solventado en gran parte por las regiones, las que, luego de obtenida la independencia, vieron en el proceso de levantar a Chile como nación, un conflicto con los intereses centralistas de Santiago", sostuvo Víctor.
Hoy, José María de la Cruz reside en el mausoleo levantado el año 1879, lo cual lo convierte en uno de los más antiguos del cementerio. De hecho, desde 1989 es considerado un Monumento Histórico Nacional, siendo uno de los cinco que hoy conserva el camposanto.
Pedro del Río Zañartu
Nacido el 1 de agosto de 1840, Pedro del Río Zañartu fue un empresario, agricultor, escritor y un conocido filántropo de la época. Su interesante vida, llena de tragedia y aventura, la podemos conocer gracias al legado de sus grandes obras, como el museo que lleva su nombre, emplazado en un santuario de la naturaleza en la península de Hualpén, que fue el más grande obsequio que este hombre dejó a la ciudad y las nuevas generaciones.
"Él lamentablemente sufrió la pérdida de su esposa y sus dos hijos en tres días consecutivos. Por eso su epitafio dice 'los tres a la vez', dando cuenta del mayor dolor que don Pedro tuvo que enfrentar en su vida, producto de una epidemia de difteria que azotaba a Concepción en aquella época, en donde las condiciones sanitarias no eran las mismas que hoy día conocemos", manifestó.
Del Río Zañartu enfrentó esta trágica pérdida, comenzando una serie de viajes por el mundo, logrando así recopilar una interesante colección de objetos que hoy se puede visitar en el Museo Pedro del Río Zañartu de Hualpén.
Actualmente, en el cementerio existe una estatua de don Pedro con su esposa y sus dos hijos en la sepultura que contiene los restos de él y su familia. "Él mismo fue quien mandó a construir esta sepultura, posando incluso para el escultor que reprodujo fielmente su imagen", explicó Aravena.
Petronila Neira
Quizás una de las residentes más famosas del cementerio es Petronila Neira. Esto, por las creencias que existen en torno a ella desde hace más de 100 años. Al recorrer el cementerio, no es muy difícil descubrir su ubicación, puesto que diariamente recibe visitantes que le dejan ofrendas y le piden favores.
"Esta animita fue levantada por la devoción de los miles de fieles que ven en Petronila una inspiración y también una posibilidad de que su espíritu interceda entre sus anhelos más personales y la divina providencia (...) esas mandas se ven reflejadas en las placas que están pegadas en los muros", declaró Víctor, añadiendo que, por ejemplo, en época de exámenes universitarios, muchos estudiantes le piden su apoyo.
Petronila, oriunda de Coronel, fue una mujer que falleció víctima de femicidio en el año 1910. Debido a la violencia física que sufría a manos de su pareja, Arturo Retamal, la mujer se traslada de Coronel hasta Concepción. Sin embargo, el hombre la siguió y, en estado de ebriedad, le dio muerte junto a su amigo de nombre Pedro Carrillo. Tiempo después, hallaron el cuerpo de Petronila flotando en la Laguna Redonda pese al peso que deliberadamente le amarraron para evitar que su cuerpo saliera a la luz. Tras ser detenido por las autoridades, Retamal alegó su inocencia y apuntó a Carrillo como el responsable. Finalmente, ambos fueron sentenciados a muerte.
"Este espacio está ya reconocido por el Consejo de Monumentos como la primera animita en Chile de estas características, que es un Monumento Histórico Nacional. Y la verdad no es un hecho menor, porque las animitas en sí, tienen una forma de relacionarse con la comunidad distinta a la de un monumento clásico", comunicó.
La animita que homenajea a Petronila es el destino de una romería organizada, cada año, en octubre para reconocer su importancia para la comunidad. Y así como ella, son miles los hombres y mujeres que descansan en el Cementerio General de Concepción, y que ya forman parte de la historia de esta ciudad.
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