
Cierra el Almacén de Antigüedades de Concepción: Figuras como Pablo Neruda y Tomás Vidiella pasaron por el clásico local
Una colección de libros, discos, cuadros y objetos nostálgicos guardó por más de 30 años el Almacén de Antigüedades en su clásica tienda de Concepción, el legado que Guillermo Parés le dejó a sus hijos, quienes hoy se ven obligados a rematar los preciados recuerdos del pasado.
En la década del 60, el emprendedor y su esposa, Lucía Fuentes, empezaron vendiendo muebles y libros bajo el nombre Mercado Persa. "Por el año 82 nos trasladamos acá (Maipú 1011) y mi viejo le puso 'Almacén de Antigüedades'", señaló Víctor Parés a SABES. Su hermano Marco Parés enfatiza que "el real tesoro es el local y sus clientes".
El Almacén no se va porque los hermanos no quieran mantenerlo, sino por el alto costo del arriendo. "Se vendió la propiedad y, cambiando de dueño, una forma fácil de deshacerse del arrendatario es disparar el precio del arriendo. Nos pusieron la soga al cuello", lamentó Marco. En su lugar, los dueños querrían construir un edificio.
Las visitas ilustres a Maipu 1011
Por sus pasillos pasaron figuras como Pablo Neruda. "Lo que mi viejo me contó es que, entre el 65 y el 70, pasó Neruda por acá y quiso comprar unos faroles del edificio antiguo del Liceo Enrique Molina, que se cayó con el terremoto del 60. Llegaron a acuerdo de precio y todo, pero Neruda quería que se los enviaran a Isla Negra. Mi viejo en ese tiempo no tenía cómo asumir la responsabilidad de llevárselos, así que no prosperó", señaló Víctor.
El reconocido actor Tomás Vidiella también llegó a su puerta para la obra "La muerte de un vendedor". "Se vino a conseguir unos lentes, unos marcos de oro. Mi vieja se los prestó para las funciones en Concepción", señaló. La búsqueda también atrajo al coleccionista de monedas y billetes, Harold Mayne Nicholls, y al de cajas de fósforos, Iván Arenas.
No todos sus clientes son famosos, pero todos son destacados, Víctor recordó que "hay algunos que partieron antes de que yo naciera, son amigos entrañables de la tienda. Hay hartos que ya no están", y tampoco su padre, quien falleció hace cuatro años.
El almacén durante la dictadura
El Golpe de Estado marcó a Guillermo, "mi padre siempre fue un hombre allendista de toda la vida, sufrió torturas y vejaciones tremendas, como muchos chilenos, jamás superó estás terribles vivencias. Cada día once de septiembre, en plena dictadura, hacía escuchar el último discurso de su admirado presidente", escribió Marco en Facebook.
Durante este periodo, de forma sigilosa mantuvo algunas ediciones prohibidas por el régimen. "Lo que se vendía harto eran los libros prohibidos, Karl Marx, el Manifiesto del Partido Comunista... Todo lo prohibido llama más la atención. Al frente estaba la librería Paz, me acuerdo cuando pasé con mi viejo de la mano, era chico, y había militares sacando montones de libros", declaró Víctor.

Con un remate en Concepción se despedirá el Almacén de Antigüedades
Durante el Día del Libro, el local estuvo regalando cajas con obras a sus clientes y preparan un remate para la próxima semana.
"Libros a luca, discos a luca, casetes a luca... Hay libros empastados, de cuentos, ediciones antiguas. Por mil pesos hay buenos libros, no solamente lo que no se vende, no vamos a liquidar basura, sino cosas que a la gente le interesan", anticipó Víctor.
El 3 de mayo los hermanos deben entregar el Almacén de Antigüedades, donde surgieron amistades basadas en la nostalgia, la música y la literatura. Una tienda que por 30 años guardó, tal baúl de los recuerdos, un pedazo de Concepción que está desapareciendo.

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