Puente Industrial del Biobío es la obra con más demora en inicio de faenas por permisología
El Puente Industrial del Biobío es una de las obras más anheladas en el Gran Concepción en el último tiempo a raíz de los problemas de conectividad existentes y fue la permisología lo que se transformó en una piedra en el camino.
Han pasado 10 años desde que inició la concesión y recién en las próximas semanas el viaducto podría quedar en uso. Los motivos del retraso son variados, pero el factor común es el mismo; los permisos.
Según cifras que se manejan al interior del Ministerio de Obras Públicas, se estima que fueron 85 meses los que demoró el Puente Industrial del Biobío en iniciar sus obras desde que inició el periodo de concesión. Entre los factores de la demora se encuentra la permisología, ya que los permisos por su emplazamiento y su respectiva tramitación retrasaron las obras.
Desde el MOP en el Biobío reconocen que este no es el escenario ideal, puesto que esta construcción es la que más se ha dilatado a raíz de la tramitación de permisos, lleva casi tres periodos de Gobierno en construcción.
Aunque, el seremi Hugo Cautivo prefiere mirar el vaso medio lleno y apuntó a “un proyecto de Ley de permisología que está en el Congreso que esperamos que salga a la luz lo más pronto posible. Sabemos que es una prioridad pensando en lo que significan hoy estas grandes obras públicas, que aportan al desarrollo, a la recuperación económica, a la generación de empleo en la Región y por tanto, nosotros tenemos que tratar de acortar los tiempos que significa el momento en que una iniciativa es definida, diseñada, su ejecución efectivo y obviamente su puesta en operaciones”.
La permisología al Puente Industrial: Reflejo de las trabas a la inversión
La permisología que trabó el avance del Puente Industrial del Biobío, sería un problema que se repite y que impide la inversión en la zona.
En tanto, el presidente de la CPC Biobío, Álvaro Ananías en más crítico, ya que “ejemplifica cómo la burocracia y los procesos de permisología se convierten en un obstáculo significativo para la inversión y el crecimiento económico. Frecuentemente, la tramitación de permisos sectoriales prioritarios, tanto para proyectos privados como públicos, excede los plazos legales, generando incertidumbre e inestabilidad para los inversores”.
El dirigente gremial complementó con que “esto es un freno para nuestro desarrollo y por eso necesitamos un nuevo marco regulatorio ya que estos retrasos afectan la competitividad regional. A menudo, esto provoca que las inversiones se desplacen a otras regiones con mejores condiciones, lo que resulta en menor crecimiento para el Biobío, menos empleo y una disminución en la calidad de vida de los habitantes de la región”.
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