Aprendizaje universitario en contextos diversos
No cabe duda de que el aprendizaje universitario ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. En el mundo actual, que definimos como “la sociedad de la información” o “sociedad del conocimiento”, este proceso está marcado por nuevas formas de enseñanza-aprendizaje.
El entorno influye en el proceso, ya que el estudiante se encuentra inmerso en una realidad de experiencias que lo afectan directa o indirectamente. Promover la diversidad, exponerlo a diversos escenarios, tecnologías, desafíos, ambientes de trabajo colaborativo, simulación, seminarios, discusiones, resolución de problemas, proyectos de investigación, inserción en la comunidad, como una realidad que enriquece al proceso educativo, son propósitos y retos de la educación del siglo XXI.
En este sentido es interesante explorar el concepto de u-Learning o aprendizaje ubicuo, que es la capacidad de aprender desde diversos contextos y situaciones, en diferentes momentos temporales y a través de dispositivos o medios varios. Esto requiere flexibilidad y capacidad de adaptarse a contextos diversos y en constante movimiento aprovechando las tecnologías digitales que brindan oportunidades de aprendizaje continuo y personalizado. El estudiante se desenvuelve en esta atmósfera y el docente, en el rol de guía, puede generar un ambiente de aprendizaje más creativo mediante estrategias didácticas innovadoras.
Entonces, es trascendental que el proceso de enseñanza–aprendizaje sea activo, que el estudiante aprenda a aprender y que el académico sea un facilitador de su formación, lo que requiere un gran involucramiento del docente, actualización permanente y acompañamiento sistemático que genere un entorno desafiante y motivador.
Asimismo, resulta imprescindible establecer experiencias auténticas en contextos reales, reflexión, debate y contraste abierto entre saberes personales y profesionales. Del mismo modo, es imperativo que los estudiantes de nivel superior tengan un proceso de enseñanza aprendizaje que los prepare para aprender durante toda la vida, en el cual, desde la misión facilitadora del académico, se promueva un aprendizaje desarrollador con enfoque profesional que les permita dar solución durante su desempeño a problemas profesionales que requieran la autogestión del conocimiento.
Partiendo de una mirada que destaca el cuestionamiento y la indagación como base del aprendizaje universitario, así como también subrayando un modelo de relación universidad-entorno basado en la responsabilidad social, el desarrollo de la competencia investigadora representa un eje central de la formación universitaria en todas sus áreas y disciplinas. De igual modo, la incorporación de proyectos de aprendizaje-servicio y otras actividades de carácter experiencial puede afianzar su desarrollo de manera efectiva.
En un entorno de aprendizaje ubicuo las personas pueden aprender en cualquier tiempo y lugar. Sin embargo, el principal problema es cómo proveer a los estudiantes la información correcta en el tiempo y lugar correctos y de la manera correcta. El académico Yong Zhao en 2010 ya planteaba un sistema de entrega de contenido adaptativo el cual crea el contenido de acuerdo a los intereses y contexto de los estudiantes. El propósito es que el entorno de aprendizaje pueda ser accedido cada vez más en diversos contextos y situaciones otorgando así valor y diferenciación a la formación universitaria. De esta forma, entregaremos al estudiante las mejores herramientas para su futuro desempeño profesional.
Por Patricia Maureira Torres
Directora académica
U. San Sebastián Sede Concepción
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