Café Jardinero: Una cafetería rodeada por la naturaleza en San Pedro de la Paz
Desde su cafetería se puede saludar a las flores y perderse en el verde del huerto; Café Jardinero es un tesoro escondido en San Pedro de la Paz. La propuesta de las chefs y empresarias Javiera Framm y María José Zapata es un espacio único para disfrutar de una taza y rodearse del Vivero Lonquimay.
“Es un refugio. Cuando la gente se cansa de caminar y ver las plantas, viene para acá”, comentó Framm. Agregando que “siempre fue la idea hacer una cafetería dentro del vivero para generar un servicio más integral, ofrecer una experiencia al público”
Desde el 2017, sus clientes van a pasear, trabajar, dibujar y a conocerse. Desde su café container en Las Margaritas 1495 ofrecen un café de especialidad y tostado localmente. Para comer, tienen desayunos que incorporan los productos del huerto y dulces de la pastelería Carrousel.
Además, Café Jardinero cuenta con un emporio donde pueden comprar los ingredientes de calidad que usan. Todo de proveedores del Gran Concepción y Chile.
“No es el típico café del centro, es algo más relajado”, comentaron las dueñas. Aquí atienden de lunes a viernes de 09:00 a 18:00 horas (sábados desde las 10:00) y una visita exige recorrer los 5 mil metros cuadrados de huerto.
El local usa las especies de su jardín en la decoración de la terraza y por la temporada navideña, sus mesas lucen una Flor de Pascua. En el techo cuelga un helecho gigante llamado cuerno de alce.
El tesoro de Huertos Familiares: “Generamos vida de barrio” en Café Jardinero
En el 2015 inició la construcción de Café Jardinero, obra del arquitecto Cristián Berríos. Las paredes y mesones oscuros del container complementan los brillantes colores que luce el Vivero Lonquimay.
Esta cafetería en San Pedro de la Paz se integra en un negocio familiar. Los padres de Framm son los dueños del huerto que tiene casi 40 años. Sus hermanos rebotan entre cuidar las plantas y atender la barra, mientras que ocasionalmente hace una aparición la famosa daschund Kali, ya que son pet friendly.
Tras seis años en funcionamiento, son hito en el barrio de Huertos Familiares. “Antes era muy chico y tenía poquísimos servicios. No había un lugar donde los vecinos se pudieran reunir”, señaló Javiera.
Café Jardinero se instaló como un punto de encuentro y “generamos una vida de barrio. Lo encuentran vital, desaparecer de la ciudad acá y encontrarse con la naturaleza”, declaró Zapata.
Gracias a las amplias instalaciones, se consideran un espacio familiar y libre, apto para los niños. También exploran un aspecto ecológico, organizando ferias de emprendedores y talleres de compostaje, fermentación, entre otros. Han sido sede de matrimonios y lanzamientos.
Asimismo, exploran su potencial cultural con las tocatas en la azotea, un guiño al concierto de The Beatles. “Trajimos música y tuvo mucha aceptación. Tuvimos miedo de molestar al edificio de al lado, pero todo lo contrario, venían para acá. Nos decían que es agradable escuchar música desde la casa”, indicaron las empresarias.
Las han realizado una a dos veces por año, recibiendo a amigos artistas del jazz y rock, entre estos a Camilo Barra de Los Norris.
Su ubicación en el vivero y su posición en el barrio les ganó muchos visitantes extranjeros. Incluso, durante los Panamericanos 2023 celebrados en la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, la cafetería obtuvo el sello turístico del Servicio Nacional del Turismo (Sernatur).
Desayunos al aire libre y cafetería de especialidad en San Pedro de la Paz
En medio de una fuerte industria cafetera en el Gran Concepción, Café Jardinero es pionero en ofrecer preparaciones de especialidad. “Nos costaba enseñar a los clientes a tomar café de grano, convencerlos. Ahora todo bien, hay para todos los gustos”, indicó Javiera.
Por su máquina de espresso han pasado granos traídos por las tostadurías de Concepción Intenzzo, La Llama y Método Café. La carta líquida tiene cafés calientes y fríos desde los $2.200, al igual que chocolate, jugos, kombucha y, de los favoritos, té e infusiones.
“La que más llama la atención es la infusión de hierbas de la huerta. Hacemos un mix de hierbas y lo damos con una cucharada de miel muy buena. Se cortan al momento para que no pierdan las propiedades y se prepara”, dijeron las dueñas.
Esto lo extienden a su menú de “desayunos todo el día”, donde destacan los sándwiches y tostadas con verduras frescas del jardín. Aquí incluyen un yogurt libre de pastoreo con granola y fruta. Una promoción de desayuno rodea los $8000 y por separado los platos están desde los $3500. Se apoyan de la pastelería Carrousel para los dulces.
“El preferido son las tostadas con palta y sauerkraut, o también solo con pan de masa madre de producción local. También el sándwich ciabatta de queso con tomate cherry y orégano”, comentaron las fundadoras, quienes estudiaron gastronomía internacional.
Miel, mermeladas y encurtidos: El emporio natural de Café Jardinero
En sus platos incorporan conservas y mermeladas de proveedores locales y nacionales, que los clientes pueden comprar en su emporio. Asimismo, tienen cosmética natural. De esta forma, ofrecen transparencia del origen de sus productos y elevan la experiencia de sus visitantes.
“Trabajamos con Maqueo, una familia mapuche de Maihue muy a la cordillera. Ellos recolectan el maqui en el verano. También la murta”, indicó María José.
Entre sus productos estrella está la miel de Colmenares Klassen, “es un boom en el café, la gente se la lleva muy rápido. Llega y a la semana se va,”, dijeron. Al igual que la oferta gourmet de La Cooka, con encurtidos y mermeladas de “cebolla al vino tinto, al chardonnay, de ají. Los mejores son los pepinillos dill”.
Con esto buscan de fomentar la compra alimentos producidos en Chile. Algo que es parte de lo que motiva este apasionante emprendimiento, “más que ganancias, invertimos siempre en el café”, indicó Framm.
“No es el típico café del centro, es más relajado. Ahora tenemos wifi para que vengan a trabajar, se concentran mucho mejor y se estresan menos”, concluyeron las chefs y empresarias.
En el futuro, Café Jardinero aspira a construir un segundo piso e inaugurar una cocina en su container. Por mientras, esta cafetería escondida en un vivero sigue recibiendo a sus vecinos de San Pedro de la Paz, como un refugio en medio de la ciudad.
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