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Ciertamente, el hecho de que tras el fin de la pandemia, el sistema de salud debió enfrentar un significativo incremento en los casos de virus respiratorio sincicial (VRS), esto obligó a la red habilitar cientos de camas pediátricas extras para evitar un colapso.
En ese contexto, según publicó El Mercurio, la llegada de las vacaciones de invierno marcó un punto de inflexión para disminuir la transmisión del virus y darles un respiro a los recintos asistenciales. Así, mientras este lunes las y los alumnos retornaran a los colegios, ya se prevé que esto pueda volver a producir un nuevo brote.
Pese a que la demanda de urgencias pediátricas ha disminuido en las últimas semanas, aún existen 1.083 plazas criticas ocupadas por niños a lo largo del país, una cifra inusualmente alta, teniendo en cuenta que la capacidad basal del sistema en un año normal ronda en torno a los 700 cupos. Aunque cabe destacar que hace dos semanas, en el pero momento de la demanda, se llegó a 1.290 camas pediátricas utilizadas.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, por su parte dijo que “en las últimas semanas se ha observado una baja en la circulación del VRS. Sin embargo, no podemos bajar los brazos, porque ahora los niños vuelven a clases y si bien hemos dicho que es difícil predecir el comportamiento de los virus respiratorios, tenemos que estar preparados para un rebrote”.
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