La historia de Ferretería La Sierra: Sigue vigente con más de 100 años en el Gran Concepción
Es un icono y una referencia en relación a artefactos necesarios en la casa, materiales para la construcción y bricolaje. Cada vez que algo falta en cuanto en a esas materias, los penquistas recuerdan con mucha seguridad y nostalgia, a la histórica Ferretería la Sierra, presente en Rengo 599, esquina Freire, en Concepción.
Hoy, este símbolo del comercio del Biobío, es administrado por los nietos de Eladio Abásolo, el inmigrante español responsable del inicio de la ferretería en la década del 20, que hasta ahora se mantiene vigente.
María Isabel Orive Abásolo, actualmente es la Gerente general de la Ferretería y recuerda que "mi abuelo partió solo, con poco personal. Después mi mamá conoció a mi papá (Lucio Orive), que también es español. Cuando pololeaban, él trabajaba en una librería y mi abuelo le dio trabajo acá en La Sierra, con el tiempo se fue ganando la confianza trabajando en las bodegas. Mi abuelo falleció y mi papá quedo como socio propietario. Él prácticamente levantó todo esto que es ahora".
La Sierra es una ferretería tradicional de Concepción: No decae y se apoya en la familia
"Mucha gente llega acá y recuerdan que venían con su mamá o con su abuelos. Esta es una empresa familiar y tratamos de cuidar eso. Son 53 trabajadores, todos con historias distintas, aquí hay matrimonios trabajando, papas con hijos, hay parejas que se conocieron acá", distingue la hija de Lucio Orive.
Hay que resaltar que Lucio, actualmente tiene 87 años y desde febrero tiene problemas respiratorios que le impiden ir al local, pero se mantiene activo en cuanto a materias de administración. Por teléfono se contacta con sus hijos, para estar al tanto de todo lo que ocurre en la histórica ferretería.
La nieta de Abásolo, que sigue con el legado de su abuelo y padre, resalta que "tenemos atención personalizada, acá viene gente con un carro que le falta una rueda, la compra y le ponen la rueda. Hay personas que traen la chapa de la casa o las llaves del lava manos pidiendo ayuda con el funcionamiento, a veces ni compran y les terminan solucionando el problema. Trabajamos con honestidad, damos una atención cordial, no con el objetivo de que no se vaya sin comprar, sino más bien de que vuelvan a La Sierra y que nos reconozca por la atención".
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