220 familias protestan tras desalojos frenados a terreno tomado en Hualpén
Luego de que la Corte de Apelaciones de Concepción frenara el desalojo de una familia que habita un terreno de Hualpén, el cuál desde hace 14 años pretende ser un megaproyecto para construir viviendas sociales, el sector ubicado en las cercanías de la población Cabo Aroca, se encuentra en plena disputa tras el recurso de protección que interpuso la Delegación Presidencial del Biobío, el cuál permitió que la familia Parra (quienes cuentan con un inmueble de material ligero y también un negocio), no fuese desalojado del terreno.
En este contexto, son 220 las familias que se mantienen a la espera de lo que pasará con una zona que según el Serviu, está "tomada", desde hace más de 10 años. Ante esto, las más de doscientas personas salieron a protestar durante la mañana de este miércoles para vociferar su descontento en las calles de Talcahuano.
Una larga disputa
Sobre esto, la representante legal del Comité Cabo Aroca, Mónica Garrido, indicó "ella ( Francisca Bibanco), dice que tiene hijos y que tiene nietos. Pues yo le digo que dentro del comité tengo más de 200 niños y muchos adultos mayores, No vamos a dejar que ella gane porque tengo demasiado responsabilidad con la familia que tenemos".
Además, Garrido Añadió que " Le hacemos llamado al Serviu, a la delegada presidencial, de que no se dejen embaucar con cosas falsas y que se pongan ellos la mano en el corazón de esta familia que lo único que esperan es que en diciembre se empezará a construir las viviendas sociales. No quiero que ese deseo y ese sueño se trunque. Nosotros necesitamos que esto siga caminando".
Por su parte, el delegado presidencial (s) del Biobío, Humberto Toro afirmó "evidentemente, en función de lo que ocurrió con los tribunales, nosotros estamos entregando la información correspondiente. El Serviu establece que posee la propiedad del terreno y por lo tanto, con los antecedentes que se entregarán, la Corte tendrá que resolver. Pero lo relevante que le digo es que son 220 familias que han hecho el circuito durante muchos años para tener esa vivienda. Y la verdad es que una persona que se encuentra en ese lugar no puede impedir el desarrollo y la calidad de vida de la 220".
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