Puya de la UdeC sorprende a penquistas al florecer por segundo año consecutivo: Llaman a cuidarla
La conocida Puya de la Universidad de Concepción sorprenderá a la comunidad con una doble floración por segundo año consecutivo. Dicha planta se había vuelto famosa entre los penquistas porque florecía sólo cada cuatro años. Sin embargo, aquel proceso ya comenzó hace algunas semanas.
La Puya alpestris proviene de la Región de Coquimbo. Desde hace medio siglo está creciendo en el campus de la UdeC y, desde hace dos décadas, está ubicada a un costado de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas. Durante la primavera de 2021, miles de personas fueron a apreciarla y fotografiarla.
El director del Herbario y académico del Departamento de Botánica, Dr. Carlos M. Baeza, explicó en Noticias UdeC cómo es posible que la planta por primera vez florezca dos años seguidos. Indicó que “esa es la fenología que tiene la planta. Sabe muy bien, sobre todo por el estímulo luminoso y de calor, que tiene que empezar a generar el escapo floral, que en este caso son dos escapos florales y en esta oportunidad, vienen de dos rosetas distintas. Así que es muy probable, que de aquí en adelante esta planta que está cultivada, empiece a florecer todos los años”.
Sostuvo que se espera que el proceso se repita cada año ya que “va aumentando el número de rosetas. Entonces, la probabilidad de que algunas de las rosetas -o más de una- florezca cada año es mucho mayor”.
Cabe indicar que las personas que visiten el campus durante estos días podrán apreciar los dos escapos florales o varas que emergen desde la Puya.
Se espera que a fines de octubre o durante las primeras semanas de noviembre ya sea posible observar las flores azules de la puya.
“Como ocurrió el año pasado, creo que hasta la primera semana de diciembre hubo flores. Yo vi mucha gente por acá sacándole fotos a las flores, pero creo que ahora le falta todavía. Este proceso es súper rápido, de crecimiento”, comentó el Dr. Carlos M. Baeza Perry.
Desde la UdeC hicieron un llamado a cuidar el ejemplar. Es decir, no tocarlo ni dañarlo. “Hay que ser muy cuidadosos: no estar sacando hojitas, menos cortando. Hay que esperar que florezca, como lo ha hecho en otras oportunidades y apreciar eso en el fondo, esa magnificencia que tiene esta especie”, concluyó el académico.
