Durante su primer discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), el presidente Gabriel Boric se refirió tanto a la crisis climática como a la situación de distintos países, entre ellos Nicaragua, Venezuela, Palestina, Israel, Irán y Ucrania.
El mandatario llamó "a no naturalizar las permanentes violaciones a los derechos humanos contra el pueblo palestino, haciendo valer el derecho internacional y las resoluciones que año tras año esta misma Asamblea establece para que se conduzca a su derecho inalienable a establecer su propio Estado, libre y soberano, como también garantizar el legitimo derecho de Israel a vivir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas".
Además, Boric expresó su preocupación por "la crisis humanitaria en Venezuela, provocada por su prolongada crisis política, que ha generado un flujo migratorio inédito en nuestra región y nuestro país, poniendo una presión tremenda sobre las instituciones y nuestra sociedad".
El jefe de Estado también se refirió a lo que, a su juicio, es "la injusta guerra de agresión desatada por Rusia en ucrania, pueblo al que le expresamos nuestra total solidaridad", y resaltó que el conflicto "empujó al alza el precio de los combustibles y causó desabastecimiento provocando impacto en la economía".
En esa línea, el mandatario dijo a los líderes mundiales presentes en la sede de la ONU en Nueva York que "la guerra comercial entre Estados Unidos y China desatada en 2018 bajo la administración de Donald Trump, como también la pandemia, desestabilizaron la economía global, la nuestra y la de ustedes".
Asimismo, emplazó a los presidentes del mundo a comprometerse "desde el multilateralismo a la justicia y a la paz, a realizar acciones necesarias y no solo declaraciones para detener la injusta guerra de Rusia en Ucrania, así como también la violencia contra las mujeres en Irán o en cualquier lugar del globo".
También llamó "a seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua".
El presidente Gabriel Boric también dedicó palabras para la crisis climática por la que atraviesa el planeta, señalando que esta "afecta con particular fuerza a nuestro continente americano y al Caribe, y a los sistemas de vida de nuestra gente".
"Nuestro país, como muchos del sur global, produce una parte mínima, en nuestro caso, el 0,24% de las emisiones globales del efecto invernadero, mientras los países de las economías del G20 producen el 80% de los gases con efecto invernadero", declaró.
El jefe de Estado sostuvo que "Chile necesita al mundo, y el mundo necesita a Chile. Pero como ustedes saben, vivimos en una época de incertidumbres y sobresaltos. Es claro que no existen naciones que sean aisladas o inmunes a los sobresaltos, ante lo que acontece a nivel global".
"Chile es un país que tiene cobre y litio para la electromovilidad, y con hidrógeno verde en desarrollo para proveer de energías limpias al mundo. Un país con largas costas y áreas marinas protegidas para cuidar al medio ambiente, y con universidades de primer nivel para crear y compartir conocimiento", continuó el mandatario.