Toma de la central Bocamina II de Coronel cumple una semana: Enel advierte riesgo eléctrico para más de un millón de hogares
Hace siete días, cerca de 60 trabajadores contratistas de la central Bocamina de Coronel se tomaron los accesos al recinto. Exigen que el cierre de la planta se ampare dentro de una transición justa, lo que incluye la realización de exámenes médicos. Hasta hoy, la movilización sigue en pie.
Desde Enel advirtieron que la paralización de las operaciones pone en riesgo el suministro de la planta al sistema de electricidad nacional. Aseguran que se está afectando a la alimentación eléctrica que necesitan más de un millón de hogares en el país.
En un comunicado, la firma sostuvo que “esta situación implica una falta de generación de energía al sistema eléctrico nacional, encontrándose fuera de producción 350 MW el equivalente al suministro de 1.260.000 hogares al mes, además de riesgos para la integridad de los trabajadores de la central y de las instalaciones”.
Además, apuntaron hacia un incumplimiento del Estado sobre el compromiso de gestionar el fomento al empleo. Esto, ya que los trabajadores deberán retirarse de sus funciones en Bocamina II luego del cierre que está programado para mayo.
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“Por más de un año se ha trabajado con el Gobierno en la creación de una Estrategia de Transición Justa, donde se han plasmado roles y compromisos de cada parte. En esta estrategia (…) el Estado asumió el compromiso de gestionar el fomento al empleo, intermediación laboral, formación de la población afectada e incentivos a la contratación y emprendimientos locales. El incumplimiento de este compromiso representa la ocasión perdida de un proceso sano y justo en el cierre de plantas a carbón”, consigna el documento.
Los trabajadores contratistas movilizados piden que se les realicen exámenes médicos exhaustivos para determinar si hay presencia de agentes contaminantes en sus cuerpos.
“Lo que estamos pidiendo son exámenes que se las hecho a toda la gente contratada de Enel. Nosotros estamos pidiendo igualdad de condiciones para enfrentar esta salida por estar expuestos en una zona de sacrificio”, declaró Iván Cáceres, vocero de los trabajadores contratistas de Bocamina II.
En tanto, la delegada presidencial del Biobío, Daniela Dresdner, señaló que la seremi de Energía y la seremi del Trabajo “han estado desde el primer día conversando con los trabajadores y conversando con la empresa. Son ellas quienes han llevado adelante todas las conversaciones”.
En ese sentido, Dresdner aseguró que “efectivamente hay un proceso de transición que no se ha llevado de buena manera”.
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“Estamos preocupados por las condiciones en las que están los y las trabajadores. Sabemos que existen grandes deficiencias en los acuerdos de salida de la planta, y por lo tanto sabemos que nos tenemos que hacer cargo de eso. Estamos trabajando en conjunto con el Gobierno”, afirmó la delegada presidencial.
El gerente general de Enel Generación, James Lee Stancampiano, declaró que “solicitamos tanto a las empresas contratistas y sobre todo a las autoridades sectoriales y de orden, encontrar y gestionar los mecanismos necesarios a fin de encontrar soluciones, que terminen con el bloqueo y toma de esta central relevante, en un contexto marcado por la estrechez con la que opera el sistema eléctrico nacional”.
Preocupada por la situación en la que se encuentran los contratistas movilizados, la concejala de Coronel, Valeska Carrillo, hizo un llamado solidario a reunir útiles de aseo personal y alimentos para los trabajadores.
“Hay aproximadamente 60 hombres en la toma de Enel que llevan más de una semana durmiendo en el suelo. Sin alimentarse bien y a la intemperie, exigiendo -entre otras cosas- exámenes de salud por los años de exposición a la contaminación. Anoche llovió, imagínense cómo están”, tuiteó la concejala.
Consultado al ministerio de Energía, no se entregaron antecedentes sobre lo expuesto por Enel.
