La primavera, para algunos la mejor estación del año, conlleva días más largos. Está comprobado que esto incide en el organismo tanto a nivel emocional como también físico. Respecto al descanso, muchas personas se ven afectadas por un trastorno del sueño, conocido como insomnio primaveral, desencadenado por el aumento de las horas de luz y, principalmente, las alergias.
“La sensibilidad al polen, presente en altos niveles durante esta época, provoca rinitis alérgica estacional con síntomas como congestión nasal, mucosidad acuosa y estornudos. Esto, sumado a una disminución en la capacidad de la vía aérea, impide tener un sueño profundo y reparador, pudiendo ocasionar incluso un aumento de los ronquidos y eventos de apnea del sueño”, explica Romina Gianinni, otorrinolaringóloga de Clínica Somno.
Cabe destacar que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población urbana tiene síntomas de rinitis en algún momento y cerca del 15% tiene antecedentes de asma, los que se incrementan durante esta temporada teniendo un gran impacto en el descanso.
Según la especialista, además hay otros factores a considerar, “el cansancio diurno producto de un mal dormir es uno de los factores que pueden detonar la alergia en esta época del año. Esto a su vez, genera como respuesta inmune que se active en el cuerpo una sustancia química llamada histamina, que dificulta el estar cómodo y conciliar el sueño cada noche”.
Para reducir el riesgo de sufrir alteraciones en el sueño producto de las alergias del período primaveral, desde Clínica Somno entregan algunos consejos:
Con estos cambios en la rutina diaria, más la ingesta pertinente de medicamentos para alergia recetados por un especialista, se podrá hacer frente de mejor manera los molestos efectos de las alergias al dormir, y dar paso a un descanso de calidad.