Reunión de campaña de la DC en Concepción acaba con tradicional local penquista clausurado
La reciente vuelta de la propaganda política de cara a las elecciones de mayo próximo le pasó la cuenta al Café Baqué, ubicado en la ciudad de Concepción.
El popular recinto penquista albergó este jueves el relanzamiento de las campañas de la Democracia Cristiana en la región. El evento contó incluso con la presencia de su presidente, Fuad Chahín.
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Sin embargo, la instancia tuvo un final inesperado. Porque, alertada de un supuesto incumplimiento de las normas que dicta el confinamiento, la autoridad sanitaria acudió al lugar para llevar a cabo una fiscalización.
Ya en las inmediaciones del edificio, la situación se complicó. Ante la negativa de los asistentes a permitir la investigación, la autoridad sanitaria congregó a la fuerza pública. “El café no facilitó la fiscalización. No dejaron entrar a los fiscalizadores. Por lo tanto, tuvimos que pedir apoyo policial”, explicó al respecto el seremi de Salud, Héctor Muñoz.
Según detalló Muñoz, cuando finalmente pudieron ingresar al local ya no había personas. Y en relación al porqué, señaló que “los fiscalizadores nos comentaron que antes de que llegara la policía, muchas personas abandonaron el lugar por una puerta lateral".
Como consecuencia de la situación, el Seremi indicó que se cursó un sumario, principalmente por no permitir la acción fiscalizadora. A raíz de aquello, el Café Baqué quedó con “prohibición de funcionamiento”. Asimismo, el organismo regional se encuentra ahora recopilando antecedentes para dar con las personas que huyeron del recinto.
“Una falta de criterio”
Desde los protagonistas del hecho, alegan que el evento estuvo en consonancia con las disposiciones sanitarias. De acuerdo con el abogado del grupo implicado, Oscar Vega, el sumario, "en una falta de criterio", se cursó erróneamente por “estimar que el local estaba funcionando en su modalidad de cafetería”.
Al respecto, Vega argumentó que aquél, en realidad, “era un punto de prensa político de reinicio de campaña”. En el que, según declaró, tanto miembros del partido como integrantes de la prensa, estaban “con sus autorizaciones legales”.
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