Coronavirus: Como se vive la pandemia en las cárceles de Biobío
Sin visitas, con acceso a celulares y medidas de protección, los 10 penales de la región evitaron casos de gravedad, pese a que han tenido contagios: hubo 55 internos y 100 gendarmes contagiados desde el inicio de la crisis.
A principios de este mes, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, anunció el retorno de las visitas a los penales del país. Las cuales estuvieron suspendidas desde el inicio de la pandemia del coronavirus, las que se pueden materializar en las comunas que estén desde la fase 1 en adelante del plan Paso a Paso.
La medida fue la primera que liberó en algo los estrictos protocolos impulsados por Gendarmería para evitar contagios masivos en las cárceles producto de la emergencia sanitaria y que hasta el momento han funcionado: hubo 55 internos y 100 gendarmes contagiados desde el inicio de la crisis. Ninguno de ellos de gravedad.
Y es que se temía que se pudieran producir situaciones de gravedad debido a las medidas de resguardo, que venían a imponer más restricciones a los internos de la región.
El director regional de Gendarmería, coronel Diter Villarroel, recordó que las medidas fueron diseñadas con el apoyo de la Autoridad Sanitaria, “que considera, entre otros factores: lavado de manos, uso de mascarillas, sanitización de espacios confinados y accesos, dispensadores de alcohol gel en puntos estratégicos hasta llegar a suspensión de visitas desde abril del presente año y el despliegue de operativos de pesquisa activa de casos asintomáticos que, en estos días, ha sido una herramienta de gran utilidad para evitar brotes”.
Fue así como la trazabilidad de los casos quedó a cargo de la institución, tras el apoyo de Salud. Así, se establecieron áreas especiales para confinar casos sospechosos, positivos, cuarentena para nuevos ingresos, siempre considerando PCR de entrada y salida, lo que también se aplica cuando se trata de abordar traslados de un recinto a otro, explicó.
“Hoy no hay casos activos en la región en funcionarios e internos, gracias a la efectividad de las barreras sanitarias que hemos impuesto, y deben permanecer en el tiempo hasta que se coloque fin al Estado de Excepción Constitucional”, precisó Villarroel.
En Gendarmería sabían que lo más complejo era la suspensión de las visitas, por lo que desde abril en su reemplazo instalaron un modelo de televisita con uso de PC y celulares administrados por la autoridad penitenciaria, “iniciativa a la que sumamos como actor estratégico a la empresa Mundo que llevó internet con full conectividad a nuestros recintos”. También se dispuso el uso de teléfonos públicos con uso gratuito en algunos días de la semana.
Sin embargo, no todo fue fácil, ya que la pandemia podía significar tener problemas en otras áreas, como la seguridad penitenciaria y la reinserción. “Hemos realizado un gran esfuerzo por no restar derechos a nuestros usuarios, darle espacio a un debido proceso, una defensa, acceso a educación y planes de intervención, horas de desencierro, espacios de desarrollo laboral, cultural y deportivo, entre otras acciones que marcan el desarrollo operativo de un recinto penal”.
Sin embargo, le preocupa a futuro cómo puede afectar esta crisis en la salud mental de los internos, ya que Villarroel reconoció que es algo que no se puede medir hoy. “Creemos que vivir una pandemia nos enfrenta a una situación desconocida y que provoca incertidumbre tiene ribetes especiales en un recinto penal. Nuestra gran herramienta para combatir el coronavirus ha sido el autocuidado, el aprendizaje constante para entender y asumir este cambio cultural como estilo de vida”.
Capacitación de Salud
Andrea Gutiérrez, encargada de la Unidad Epidemiológica de la Seremi de Salud, explicó que al inicio de la pandemia se capacitó a Gendarmería a través de reuniones con encargados, tanto del recinto Penitenciario El Manzano, como de la cárcel concesionada Bío Bío.
“De manera frecuente para orientarlos en la elaboración de los protocolos que se deben tener, tanto para el personal como para los internos. Además, ellos mismos han podido determinar cuáles son las áreas de aislamiento que pueden disponer para los casos positivos y los contactos estrechos de riesgo”, sostuvo.
También se han coordinado visitas de conocimiento por parte del Minsal para ver en terreno los recintos y revisión de los protocolos establecidos y se han realizado visitas de supervisión constantes por parte de Acción Sanitaria como de Salud Pública para verificar el cumplimiento de las medidas preventivas por COVID 19.
Menos prisiones preventivas
11 teléfonos celulares fueron entregados desde la Defensoría Penal Pública a las 10 unidades penales de la región, que cuentan con una población penal de 2 mil personas, entre condenados e imputados.
Osvaldo Pizarro, defensor regional, explicó que hubo 11 operativos conjuntos entre la seremi de Salud, el ministerio de Justicia y la Defensoría Penal Publica para visitar los centros penitenciarios de la región, entregar información a cada uno de los imputados y los procedimientos penales en curso, y se verificó que la entrega de elementos de protección personal, como mascarillas y alcohol gel, fueran cumplidas por Gendamería.
“Estos 11 teléfonos móviles son también para establecer comunicación entre defensor e imputado. Sin embargo, en casos excepcionales algunos de los defensores concurrieron, con las medidas de protección respectivas, a realizar entrevistas individuales”.
Pizarro afirmó que estuvieron de acuerdo en la suspensión de visitas al inicio de la pandemia, “porque las condiciones de distancia social son más difíciles de cumplir, por lo que nos pareció una medida pertinente”. Por lo mismo, en agosto Gendarmería estableció comunicación a través de videoconferencias y entrevistas telefónicas, “lo que alivio la carga negativa que había, no solo por las visitas suspendidas sino que las familias en comunas en cuarentena no podían ni siquiera ir a entregar encomiendas, lo que también se suspendió”.
Sin embargo, no se quedaron solo con eso y se inició un proceso integral de revisiones de medidas cautelares. Lograron revocar 297 prisiones preventivas y 15 internaciones provisorias, mientras que hubo 57 casos donde se otorgó libertad condicional y 100 indultos debdo a la pandemia.
“Ahora se reestablecen las visitas conforme a las medidas sanitarias, lo que se ha abordado con los resguardos necesarios para que el Covid no ingrese a los recintos penitenciarios. Hay una evaluación positiva y solo queda asumir desafíos nuevos”, finalizó Pizarro.
Atentos a las cuarentenas
Para la abogada Carolina Chang, jefa regional del Instituto Regional de Derechos Humanos, las medidas tomadas por Gendarmería lograron detener los contagios, situación que les preocupaba, ya que antes de la crisis sanitaria había realizado recomendaciones puntuales a gendarmería sobre las deficiencias, en particular la falta de acceso a agua potable las 24 horas del día en la mayoría de los penales de la región.
Debido a la emergencia, las visitas del INDH a los penales se redujeron, para evitar contagios. Sin embargo, llegaron hasta el penal de Lebu, por una huelga de hambre, y para monitorear el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concepción, más conocido como El Manzano, para inspeccionar la infraestructura antes de su entrada en funcionamiento, el pasado 2 de octubre, con los primeros 43 internos provenientes desde la Región Metropolitana, traslado que se realizó realizando exámenes PCR a los internos y realizando cuarentenas previas.
El tema de las cuarentenas fue una de las complejidades de la emergencia, según el INDH: “En general hemos observado con atención la situación de aquellas personas que se encuentran en cuarentenas preventivas ante contactos estrechos dentro de las unidades penales, dado lo complejo de un encierro en celda tan prolongado”, señaló Chang. También están atentos a denuncias que puedan recibir a través de videollamadas y de un posible aumento de contagios asociado a la restitución de las visitas. “Desde Gendarmería nos han compartido el protocolo que han elaborado junto al Ministerio de Salud y entendemos que se extremarán los cuidados y se actuará con información en línea del sistema Epivigila, sin embargo, entendemos que más allá de todas las medidas siempre va a existir un riesgo, el que deberá estar siendo monitoreado en forma permanente, a modo de evaluar la continuidad de la disposición”.