Sólo un tercio de los habitantes del Biobío estaría dispuesto a vacunarse voluntariamente contra el Covid-19
Un estudio realizado por la Universidad del Desarrollo señala que sólo un tercio de los habitantes de la Región del Biobío está dispuesto a vacunarse voluntariamente contra el Covid-19. La investigación demuestra que solo el 32% de la población se vacunaría si no fuera obligatorio.
De acuerdo a lo expresado por el Presidente Sebastián Piñera en la última cadena nacional realizada el pasado 16 de diciembre, la Región del Biobío es una de las zonas prioritarias para comenzar la inoculación entre los chilenos. Sin embargo, y ante el inminente arribo a al país de 20 mil dosis de la vacuna Pfizer-BioNtech, los habitantes de la región se muestran reticentes a recibirla.
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Según la encuesta Panel Ciudadano realizada por la UDD en el Biobío, entre el 16 y 17 de diciembre, solo un 32% de los consultados se inocularía lo antes posible. El 25% aseguró que no se vacunaría; el 23% lo haría solo si fuese obligatorio y el 20% aún no sabe.
De estas cifras se desprende que no sería posible alcanzar la inmunidad de rebaño que plantea el plan presentado por el Gobierno. Este último busca vacunar a un 80% de la población antes del 31 de julio del próximo año.
Con el propósito de lograr este objetivo, además de Pfizer-BioNtech, Chile tiene acuerdos para importar las vacunas de Sinovac, Johnson & Johnson y AstraZeneca. Se busca asegurar, al menos, 30 millones de dosis.
El estudio de la UDD demostró además que sólo un cuarto de los encuestados cree que toda la población debe inocularse por igual y son los trabajadores de la salud, con un 47% de preferencia, quienes deberían ser los primeros en recibir la vacuna. Los siguen los adultos mayores y grupos de riesgo, con un 28%.
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Para Carolina Mardones, decana de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo, “Chile y la región tienen un desafío urgente de revertir el miedo y la suspicacia que genera la vacuna”. Un escenario complejo, “debido a los niveles bajos de confianza en las instituciones y a las campañas de desinformación que difunden noticias falsas sobre estos medicamentos a través de redes sociales y de mensajería como Whatsapp”, señala.
En ese sentido, “en la estrategia de comunicación es importante considerar la participación de los actores que son más valorados por la población como origen de la información”, explica Mardones. Esto, “porque de acuerdo a un estudio sobre el rol de los medios de comunicación realizado en abril pasado por CADEM y la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas, los encuestados respondieron que las fuentes más requeridas en relación con el coronavirus son las autoridades de Gobierno, específicamente el Ministerio de Salud, con un 50% y otros líderes en el sector salud como el Colegio Médico, científicos y universidades, con un 48%. Por lo tanto, es fundamental contar con el compromiso de ellos para afrontar este desafío”, concluye la autoridad universitaria.