Crimen y castigo
La criminalidad y su demostración comercial - la crónica roja- ha sido la forma de que como los medios de comunicación abordan con mayor cobertura a la macrozona sur. Para que lo anterior fluya, existen incentivos para promover y “televisar” el crimen y los castigos sin comprender ni analizar las problemáticas existentes detrás de cada hecho.
Lo anterior es una forma de proyectar valores sobre un espacio que “no lo tiene” o que necesita de una “corrección” ética-moral con un barniz legal, con el fin de juzgar antes de un debido proceso judicial.
Lee también:
Como Nación seguimos dialogando desde esta lógica de “Civilizar” con las primeras naciones, transformando los diálogos transformacionales de aprendizaje mutuo a una “empresa civilizatoria” guiada por un poder físico regular, que en el fondo busca la capitalización y la hegemonía del poder del uso de la fuerza en una zona donde la inestabilidad y el poder de las relaciones sociales que se basan desde preceptos culturales y temporales distintos.
Este poder civilizatorio, que tiene rasgos morales y económicos claros y evidentes, requiere la construcción de agentes que representen estos elementos valóricos y que la creación de estos liderazgos sirva como vitrina y ejemplo para que otros vengan detrás y reproduzcan éste mecanismo social de organización en zonas donde la cultura de relaciones es tan dispar entre un grupo y otro.
En todo este escenario que se va gestando, se crean espacios de poder, en donde la verdad y el derecho enmarcan las relaciones sociales. Se tiende a establecer una relación de poder y propiedad que insiste en un aspecto: la propiedad es la fuente de poder que se ejerce como corolario al carácter preeminente que su posesión otorga en cualquier comunidad rural, por lo tanto, el poder local cumple un conjunto de tareas muy importantes tanto para la reproducción de las condiciones como para la seguridad y el éxito de las estrategias de reproducción social practicadas por los actores. Esto nos da la base argumentativa para la explicación de que estos actores se empeñan en ejercer un control férreo en el poder local, tanto de forma visible (cargos públicos) como de manera invisible (influencia y contacto).
Te interesará:
La inserción de la Nación a la dinámica internacional arrastró a esta zona fronteriza a adaptarse a la modernidad, con sus agentes especiales y su nueva forma de configurarse socialmente. Surge la historia de las figuras cívico-militares, cobijado bajo el amparo de la nación y sus requerimientos para el “progreso”, el gran enemigo de la vieja frontera araucana. Surge así lo “civilizado”, pero con resistencias, ya sean culturales o mediante el uso de herramientas de autodeterminación, la denominada “violencia mestiza” y si a todo lo anterior se suma la iniciativa de colonización de un territorio tenso y con resistencias culturales fuertes y marcadas, nos da como resultado en el pasado, en el presente y en el futuro una sociedad compleja con una necesidad de definición, de denominarse frente al otro.
Frente a este de noción de crimen, el castigo moraliza a los infractores, vigilando el comportamiento para castigar a los “incivilizados”. Así la historia nos ha enseñado que ha sido la forma de relacionarnos, la pregunta es ¿ha cambiado algo?
Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.sabes.cl El Diario Digital del Gran Concepción.
Para esta y más informaciones síguenos en nuestras redes sociales. En Twitter estamos como @sabescl