El león y el cazador
Fotografía:

El león y el cazador


Por Redacción Sabes | 24 Septiembre 2020 16:57
COMPARTIR

"Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador".

La historia del sur de Chile y su condicionante rural se posicionó bajo el alero y la racionalidad de la civilización y barbarie, ésta es la historia que usted y yo aprendimos en nuestros colegios, desde Elqui, Punitaqui, Perquenco como Ranquil, siendo nuestro barniz de conocimiento histórico que a través de los medios de instrucción pública y educativo del Estado de Chile nos ha “formado” por dos siglos. Vamos analizando temas para la discusión que debemos poner en valor para este nuevo trato desde la historia con nuestros pueblos.

La conformación social en la Araucanía desde la colonia, tiene tintes interculturales, donde existía en un inicio una sociedad mapuche tradicional o Reches. Con la consolidación de ejército permanente después de los hechos de Curalaba -desastre o triunfo- se gesta los actores mestizos a la par de los españoles, conformando puentes de respeto y confianza que ayudaron a generar más que colectividades, una sociedad fronteriza basado en los valores tradicionales del pueblo receptor, esto resultó positivo durante más de trescientos años, hasta que cambió por la ambición de unos pocos sobre los intereses y bienestar de muchos.

Lee también:

https://sabes.cl/2020/09/22/la-generacion-de-la-empatia/

Ya definida la República en Hispanoamérica, nuevos actores entran en este juego, siendo la “élite” de la zona quién opta por precisar el ordenamiento territorial bajo aquellas ideas ligadas a la modernidad por sobre lo existente. Así, el tema de las relaciones socio-históricas de los actores se va evidenciando no sólo en los discursos, sino en la cotidianeidad y en el territorio, traspasando las dimensiones discursivas a las prácticas y de la vida común de las personas que cohabitan la frontera -actualmente La Araucanía- en donde se siguen evidenciando desigualdades visibles desde las oportunidades, demostrando lo anterior en la relación étnica con lo territorial.

Te interesará:

https://sabes.cl/2020/09/21/perdida-de-audicion-y-ruido/

Ante esa realidad, podemos decir que la sociedad multicultural que se generó en el s.XIX es agua y aceite, conjunto de grupos con velocidades distintas al igual que la relación con la tierra y las divinidades tradicionales. Los que dirigen el Estado - Administrado por civiles sólo a fines del s.XIX- en estas zonas son las familias “tradicionales”, con revulsivos ideológicos externos, se acopló a la vieja frontera con sus aprehensiones y representaciones, adquiriendo en este proceso una validación social y del poder conservador de los terratenientes previos a la ocupación militar, estableciendo redes familiares en la zona territorial entre el Biobío y el Malleco. La Araucanía entera pasó a estar sometida, más que al poder material, al poder “moral y civilizador” de la República.

El sometimiento sociocultural de la vieja Araucanía no fue un suceso aislado, sino que fue y sigue siendo un acto de importancia para los intereses vitales de la República, estas fronteras invisibles que dividen las regiones del Biobío al sur es el reflejo que hemos tenido no solamente con el pueblo mapuche, sino que con todos los pueblos que habitaban antes que nosotros, desconocemos su lengua, sus hábitos culturales y principalmente su historia, siendo, como dice el proverbio inicial, relatores de la historia del cazador y no la del León.

Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.sabes.cl El Diario Digital del Gran Concepción.

Para más informaciones de la Región del Biobío, síguenos en Twitter: @sabescl

ETIQUETAS: