Sobreviviendo al Covid-19
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Sobreviviendo al Covid-19


Por Redacción Sabes | 20 Septiembre 2020 16:00
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La situación más difícil, como comunidad y vecinos, que nos ha tocado vivir, muchos pensarán que es una película apocalíptica, yo creo antes que nada, que me ubico en la escala de los prudentes, resguardando a los míos, a los tuyos y a los vecinos de la comunidad. Literal sobreviviendo al Covid-19.

Extraño esas conversaciones con su buen café, los abrazos apretados, las juntas en mi casa, acostumbrarse es una situación nueva para todos, no ha sido fácil.

Tengo la esperanza de que llegue el día de disfrutar, y que todo esto será recuerdo de una aventura, una aventura de mujeres y hombres fuertes, de una mirada más humilde, de un sistema más fraterno, de comprender que vivimos en comunidad y que no estamos solos, que todos somos iguales, que esta pandemia nos enseña a aprender lo frágil que somos, como seres humanos.

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Mi gran miedo es cómo sobrevivir a un colapso nervioso, debo reconocer que no he estado en situaciones de gran miedo, como el que vivimos hoy, el terremoto lo puedes medir y saber lo que se te viene, tienes la posibilidad de al menos, entre comillas, estar acompañado, pero una pandemia… es un cuento complejo…es una guerra de miedos, de incertidumbres, de soledad, la contención es un tema, aquí no tienes abrazos comunitarios, aquí existe el individualismo familiar; tienes miedo de tus amigos, tienes miedos de llevar contigo este “bicho” a tu gente, de sentir cargo de conciencia si llegaras a ser asintomática, es todo un cuento, entonces tu mente, te juega al máximo como un evento de la paranoia.

Entonces cómo llevaremos o materializaremos la situación pre y post pandemia, seremos muchos los que tendremos que acudir a un terapeuta, quien sostendrá nuestros miedos a las grandes tarifas de estos profesionales.

El cáncer ya no será la enfermedad del siglo, será la salud mental, claro que para algunos es un gran desconcierto de cómo enfrentar esta enfermedad, y para otros no es tema relevante, pero les aseguro que, para una mujer, dueña de casa, esa mujer común y corriente, es un TEMA, somos el motor de la casa, somos el equilibrio de esta sociedad, somos multidisciplinarias, las caídas son sollozos a oscuras, jamás nos mostramos, sólo sacamos el "buque hogar" a flote. Me encantaría que alguien legislara por una salud mental de costo cero, sin tanto papeleo, para todas en igualdad y equidad, que no te midieran por el lugar donde vives, que no te vieran tu ingreso, que sólo vieran tus ojos de una sobrevienta a una pandemia.

Creo sinceramente que esta pandemia dejará cicatrices profundas, espero que este gran terremoto sanitario, nos deje una sola cosa, que no somos nada si no se convive en armonía y con sabiduría, no estamos solos, vivimos en comunidad.

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Hoy pase a saludar a mi viejo, ingresé a la casa, desinfectándome hasta la lengua, me quite los zapatos y caminé hacia a la cocina, toqué la puerta, que divide la cocina con el comedor diario y me detuve, y desde ese límite los abrazaba y le enviaba todos los besos, el corazón fue como un papel arrugado, no podía traspasar el límite, tenía que considerar que es un adulto mayor…todo este proceso me lo he traído a mi casa, obviamente estoica para que mis niñitas no vieran tan débil a su madre, yo soy la valiente y la fuerte… pero no aguanté... bastó una palabra de mi hija mayor y la madre fuerte se desató en unas lagrimitas.

Se entiende, verdad no estamos preparados para este colapso, no hay vacuna para las emociones fuertes, sólo píldoras para sostener las angustias, pero el mejor medicamento… insisto, es la contención de los abrazos, esos que quizás para cuánto tiempo más, estemos destinados a recibir.

No me queda más que aprendamos a convivir de lo malo, para que el día de mañana, podamos recibir.

Será una tarea ardua, de prudencia, un trabajo fraternal hacia tu comunidad y hacia los tuyos. El egoísmo debe ser el primer grillete que quede en el basurero, para que podamos como vecinos y vecinas volver a reír y abrazarnos, compartir con más ganas en las organizaciones sociales, palpar el sentido de participación y las ganas de sentir la comunidad, como tu entorno social.

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