Bárbara Eytel: Desde la Academia empujando la Equidad de Género
La directora de la Dirección de Equidad de Género de la Universidad La Frontera, Bárbara Eytel Pastor, explica cómo desde la casa de estudios, pública y estatal, instala la estrategia para enfrentar los nuevos tiempos de forma participativa entre estudiantes y docentes.
De profesión Periodista, magister de Ciencias de la Comunicación y hoy estudiante de Doctorado, Bárbara Eytel, cuenta con un fuerte pasado en el servicio público. Tras ejercer varios años como periodista del Servicio Nacional de la Mujer en La Araucanía, fue designada como su directora en 2014, puesto que entregó cuatro años después con el cambio de gobierno.
Hizo clases, trabajó en una fundación, hasta que finalmente se integra a la Universidad de La Frontera para un ambicioso proyecto: crear e implementar la estrategia de Equidad de Género al interior de la casa de estudios más importante de la novena región.
Lo anterior se dio en medio de un contexto intenso, explicó a EyMujer/SabesMujer.
Necesidad de hablar de género
“En la UFRO se había creado por resolución esta nueva estructura. Eso respondió a dos cosas: al movimiento considerado la “tercera ola feminista chilena” en la que estudiantes y docentes pidieron instalar mecanismos de acción, control y erradicación de las violencias y avanzar en una educación no sexista”.
Además, en 2018, se promulgan dos leyes a nivel nacional: la de Educación Superior y la de Universidades Estatales, que también abordaron el acoso sexual y los principios de equidad de género, en espacios académicos.
“Se comienza a construir un protocolo de actuación frente a casos de violencias. En eso, uno de los candidatos a rectoría de la UFRO, Eduardo Hebel, se compromete a crear una Dirección de Equidad de Género, lo que se hizo realidad en el papel en 2019, al asumir la cabeza de la UFRO. Ahí fue cuando me incorporé”, recordó Eytel.
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El principal objetivo, señaló, es instalar transversalmente la perspectiva de género.
Tras armar las oficinas y completar los equipos, se trabaja en dos áreas: la instalación de un protocolo que hoy es el instrumento para actuar ante casos de violencias, el que es difundido en la comunidad universitaria. “A través de él se sensibiliza sobre diversas temáticas como brechas de género, discriminaciones, etc. Este espacio también incluye la atención y la prevención de la violencia”, explicó.
En tanto que, otro equipo de investigadores principalmente, comienza a construir un documento de diagnóstico, un documento base fundamental para elaborar la política de género de la universidad.
Bárbara Eytel añadió que es triestamental, porque aquí participan estudiantes, académicos y funcionarios. “Es una metodología deliberativa, donde se intenciona el ejercicio democrático en torno a los temas de género, entendiendo que existe un marco y que Chile adhirió a instancias al respecto.
Tratándose de una universidad pública y estatal, dijo sentir una responsabilidad altísima con el desarrollo de este trabajo.
“Igualdad sustantiva” para estudiantes
“Por un lado, en la institucionalidad es importante tener una normativa. Esperamos un cambio cultural en el que las mujeres estemos en igualdad sustantiva en cada uno de nuestros espacios. Es ambicioso, pero es lo que necesitamos y se tiene que reflejar en la formación de nuestros estudiantes para que cuando estén en otro ámbito en el que se desarrollen al salir de la universidad, lo lleven como una condición transformadora en esos nuevos espacios”.
El cambio cultural es lento pero posible
Ya en otras entrevistas habíamos llegado a este punto: necesitamos avanzar rápido en equidad de género, pero eso no ocurrirá si no nos damos el tiempo de entender que el cambio cultural es lento y exige mantener a firme la necesidad de igualdad.
En este sentido, Bárbara Eytel recuerda dos juicios que vivió mientras lideraba Sernameg Araucanía.
Vivió dos juicios de femicidios. Ambos graves: Una mujer asesinada mientras amamantaba, donde el hombre recibió la pena máxima; mientras que, en otro juicio, con tan solo un par de semanas de diferencia, la mujer era lo que se califica como “mala mujer” porque llegó un día borracha a reprocharle algo. “Él la mató, pero recibió una pena bajísima porque justificó el feminicidio en el mal actuar de ella y además cooperó con la justicia al admitir dónde había escondido su cuerpo después de un mes de asesinarla”, lamentó.
“En estos dos casos vimos lo más dramático de la violencia de género y las enormes diferencias en la aplicación de la normativa. La justicia actuó ideologizada e incluso estereotipada, porque se falló según se entiende a las buenas o malas mujeres”, subrayó Eytel
Rabia acumulada v/s estereotipos
“Por eso hay tanta rabia acumulada entre las mujeres. Hay tantas injusticias, diferencia salarial, sobrecarga de trabajo. Hay mucho de todo aún (…) Lo otro dañino que está muy instalado también, es esa forma de decir “a mi me gusta trabajar con mujeres”, porque son súper responsables, les das tres tareas y las cumplen súper bien; son ordenaditas, son eficientes, en fin. Entonces la carga es aún más grande porque quieres responder a todo eso que te impones tú pero también la sociedad. Finalmente, significa que quieres responder a ese estereotipo”.
“Pero, además, te lo dicen como un piropo, pero en el fondo es una manera de explotarte”, reflexionó para cerrar.
Las comunicaciones con enfoque de género
El abordaje de las noticias donde hay que tener presente la perspectiva de género debe ser más crítico y profundo. “Sacar femicidios de la crónica roja, incluir sutilezas para presentar los temas, revisar las fuentes que se utilizan, las que generalmente son policiales”.
Los medios de comunicación son actores sociales importantes. Favorecen la creación de estereotipos, la información de opinión, los temas de la agenda de actualidad, “por lo que hay que incorporarlos, al igual que a los hombres, que es donde está el desafío ahora, porque hay que sumarlos en la perspectiva de género. El patriarcado tampoco les ha hecho bien a ellos”, sentenció Eytel.
Pero a veces “nos encontramos con un desinterés en los medios y hay que buscar la explicación a eso. Si bien la responsabilidad primera es de los propios medios, hay que buscar la forma de hacer entrar temas de género en la línea editorial del medio”, propuso.
“Muchas mujeres estudian Periodismo pero muy pocas alcanzan cargos de editora o directora de medio. Somos consideradas buenas reporteras ¿pero acaso no podemos acceder a otros cargos?”. Un tema más.
La Política de Género
La Política de Género es un producto muy importante para la Universidad, pero aún más relevante es aterrizar esta temática a la comunidad universitaria, darnos el tiempo de debatir, de sensibilizar. Y es que tienen desafíos realmente ambiciosos y prometedores en un futuro no muy cercano.
“Nosotros, como Dirección de Equidad de Género nos comprometemos con la comunidad a incorporar investigaciones con perspectiva de género en la docencia, en la vinculación con el medio, a sentirnos parte de una comunidad regional que también presenta desafíos y aportar con investigaciones para mirar los problemas de nuestra sociedad con lentes de género. Trabajamos para que en el futuro erradiquemos por fin la violencia de género en La Araucanía”.
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La ocupación de hoy la tienen en los procesos deliberativos, actividades de sensibilización, conversatorios y otras estrategias comunicacionales internas.
Bárbara Eytel lidera un equipo con desafíos grandes. En el futuro apelan a que se logre la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres y a la existencia de relaciones igualitarias dentro de la Universidad pero también que sea una propuesta que acoja la propia comunidad local.
Es necesaria una nueva forma de relacionarnos hombres y mujeres, un guante que la Universidad de la Frontera, sin duda alguna, tomó.
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