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En el contexto de la pandemia por el Covid-19 es imprescindible avanzar en medidas que permitan aumentar el abanico de posibilidades a la hora de desplazarse, en donde las alternativas más seguras -distintas al automóvil- son la bicicleta y la caminata.
Cobra especial relevancia que actualmente el 56% de los hogares no posee vehículo motorizado y que un 63% de los viajes son de menos de 5 km (EOD 2015, SECTRA), los cuales son potenciales de realizar en bicicleta.
En este contexto, un grupo de profesionales, ciclistas, peatones, vecinas y vecinos del Gran Concepción nos hemos reunido tras la campaña #LaBiciTeSalva, con el objetivo de generar propuestas que gatillen la discusión sobre cómo nuestras calles -la ciudad- se adecuan a la pandemia a través de la redistribución del espacio vial.
Actualmente éste privilegia al automóvil, que pese a ocupar de 10 a 20 veces más espacio que otros modos, representa sólo un 24% del total de viajes, y además, un 53% de los viajes en vehículo particular son realizados por personas pertenecientes al 8,5% de hogares con mayores ingresos en la provincia (EOD 2015, SECTRA). Lo anterior indica que nuestras calles orientadas al vehículo particular privilegian a una minoría, a expensas del espacio público que ocupa la gran mayoría que se mueve a pie, bicicleta y transporte público.
En esta línea, hemos elaborado una propuesta concreta para implementar circuitos de ciclo-sendas de emergencia y ensanchar las veredas, ya que estos son modos mucho más accesibles a la mayoría de la población, además de ser recomendados por la Organización Mundial de la Salud, por la realización de actividad física en medio del confinamiento.
A la fecha nos hemos reunido con los Seremis de Transporte, Vivienda, profesionales de la I.M. de Concepción, en cada instancia hemos recalcando la necesidad de generar una Mesa de Movilidad comunal y multisectorial, en donde estén representados no sólo las instituciones ya mencionadas, sino que también representantes de la sociedad civil y la academia local, con tal de analizar las diversas propuestas existentes, consensuar trazados y avanzar coordinadamente a su implementación. Las experiencias nacionales e internacionales han evidenciado que una participación efectiva de la ciudadanía es fundamental para lograr proyectos exitosos.
Ya han pasado más de seis semanas desde que nos reunimos con las autoridades políticas locales. Y si bien han celebrado la propuesta, no han tomado la iniciativa de convocar a los actores necesarios para que el problema sea abordado integral y coordinadamente.
El peor escenario es que cada autoridad o institución avance aisladamente en sus propuestas, en desmedro de un abordaje multisectorial que considere a la ciudadanía como un actor fundamental.
Esperamos que el interés por el bien común prime por sobre eventuales intereses políticos particulares, incentivando a la coordinación de todos los actores, permitiendo así brindar un aporte significativo para los y las habitantes del Gran Concepción, tanto para hoy como para el futuro.