Una nueva vida

Con el paso de los días, nos vamos dando cuenta que los cambios de estilo de vida que hemos experimentado a raíz de la pandemia empiezan a quedarse. Lo que parecía temporal, ya no lo es tanto y la verdad es que no se ve muy cerca el día en que podamos retomar la “normalidad” a la que estábamos acostumbrados. De un momento a otro, se configuró frente a nuestros ojos, una nueva forma de vivir.

Al analizar esto, pareciera que nos hubieran cambiado nuestra vida a una que no elegimos, y que para muchos, es muy distinta a lo que esperábamos o estábamos acostumbrados. Frente a esto, sin lugar a dudas, no a todos se les ha hecho fácil el cambio.

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Tomando la idea de cambio, lo usaremos como ejemplo para adaptarnos de mejor manera a lo que estamos viviendo. Para esto, imaginemos que nos cambiamos de casa y nos vamos a un lugar donde las costumbres son un poco distintas: la gente prefiere quedarse en casa, no salir de noche y usar accesorio como las mascarillas, entre otras prácticas. Lo más probable es que nos vayamos ajustando y mimetizando con la gente del lugar, y en realidad, no se ve tan difícil. ¿Pero qué pasa con las costumbres, pasatiempos o intereses personales?

Así como cuando nos cambiamos de un lugar a otro y nos llevamos todo lo que nos serviría en ese nuevo espacio; de la misma manera, tenemos que revisar y mantener las cosas o acciones que hacíamos antes y que podemos continuar realizando en este nuevo contexto, como mantener los horarios, vestirnos y arreglarnos cada mañana aún cuando nos quedemos en casa, mantener hábitos alimenticios, entre otras.

Además de lo que podemos mantener, debemos revisar que “cosas” requerirían una modificación, en el fondo, qué de nuestra vida “normal” podríamos realizar ahora, pero con algunos cambios. Ejemplo de esto puede ser para algunos el trabajo o el estudio que ahora se puede realizar desde casa, el encuentro con familiares y amigos que ahora se realiza de manera virtual o las rutinas de deportes que ahora se ajustan a lo que tenemos disponible en el hogar.

Van a haber cosas que vamos a tener que dejar, porque no son compatibles con nuestra nueva forma de vivir, como lo puede ser realizar un viaje, impensable en este preciso momento.

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Por último, si revisamos con calma, también nos vamos a dar cuenta de que hay espacios que requieren algo nuevo, a los que le podemos dar nuevos aires. Y aquí entra lo que más nos guste, o nuevas cosas que también pueden ser importantes, desde dar más tiempo y energía a lo que ya es probado o bien agregar cosas nuevas, como lo puede ser el desarrollo de un talento, el incorporar el deporte o la meditación dentro de las rutinas, implementar tiempos de autocuidado, etc.

Lo más importante que quiero transmitir, es que aunque nos cueste asumirlo, estamos en una nueva forma de vivir, y así como esta nueva vida puede tener muchas cosas que no nos gusten, está en nosotros poder identificar que mantener, que mejorar y por último descubrir y trabajar en todas sus potencialidades.

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