Definir una cultura pro ahorro en tiempos de incertidumbre
Sin duda estamos pasando por tiempos difíciles desde el punto de vista económico tras el estallido social y la posterior crisis sanitaria. Los efectos económicos se han traducido en un aumento del desempleo y la ralentización de muchos sectores.
El Banco Central entregó las cifras de endeudamiento de los hogares, que siguen aumentando año a año. En el año 2016 el porcentaje promedio de los ingresos que una familia dedicaba a pagar deudas era de un 68,2%. En el año 2017, subió a 71,1%; en el 2018, a un 73,3%, y en el año 2019 llegó a un 74,5%.
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Las cifras del Banco Central evidencian el incremento en el endeudamiento de las familias. Un mayor acceso al crédito y poca cultura financiera son elementos que han favorecido el crecimiento de la deuda en los hogares chilenos, y la situación económica actual puede empeorar estas cifras. Por ello, se hace más imperativo adoptar medidas de protección financiera, con el objeto de aminorar los efectos que se pudieran tener en el presupuesto familiar.
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El primer paso es identificar cuáles son los ingresos por percibir y los gastos comprometidos. Especial atención se debe poner en el caso de los ingresos variables en base a comisiones, pues en la mayoría de los sectores económicos las ventas se han visto afectadas y, por tanto, el ingreso mensual también se verá reducido. Si esto ocurre, hay que revisar el listado de gastos familiares para identificar si se logra la cobertura de todos y definir medidas en caso contrario. En la actualidad, hay medidas de apoyo financiero entregadas por los bancos, por lo que es indispensable evaluarlas y conocer sus alcances, como es el caso de la postergación de los créditos hipotecarios.
En periodos de incertidumbre y, cuando se cuenta con capacidad de ahorro, es positivo realizarlo. Revisar los gastos y disminuir o eliminar aquellos innecesarios permiten definir metas razonables que pueden servir como colchón financiero en caso de emergencias. Hoy no tenemos incentivos financieros para ahorrar, pues las tasas de interés están bajísimas en renta fija. No obstante, el objetivo debe ser generar cultura pro ahorro para evitar caer en el endeudamiento excesivo.
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