Diputado Jaime Tohá: “La figura de la primera autoridad regional prácticamente no existe”
El diputado socialista Jaime Tohá, en entrevista exclusiva con Sabes.cl realizó un descarnado análisis de distintos temas; por primera vez evalúa a un intendente de la Región del Biobío, cargo que él ocupó en dos ocasiones, aborda la crisis social del país, sueldo mínimo y su rol como parlamentario para dar una salida institucional.
También se refirió a cómo recibe cada uno de los fallos de la Justicia que ordena indemnizar a familiar de víctimas del tsunami del 27F, donde su rol es fuertemente cuestionado.
¿Cómo ha visto la conducción de la región?
A mí en general no me gusta hablar de quienes me han sucedido en el cargo, pero la gravedad de los acontecimientos obliga a señalar que es lamentable que en toda esta situación, la figura de la primera autoridad regional prácticamente no existe.
Yo no podría decir: le critico tal cosa que hizo porque no conozco nada que haya hecho más allá de estar en la Intendencia reunido con los Carabineros y viendo los temas del orden público.
Esto corresponde a una tónica que el Intendente -Jorge- Ulloa estableció cuando asumió y dijo ‘yo hago lo que el presidente me diga que haga y si no me dice nada, no hago nada’, y no en todas las regiones es igual.
Yo leyendo los medios me cuesta mucho enterarme que haya alguna iniciativa que vaya en alguna dirección, aunque sea equivocada y eso es muy lamentable.
¿Cómo ha vivido los últimos 50 días?
Tengo 81 años, entonces me tocó vivir en carne propia como víctima la tragedia del 73, por cierto cuyos orígenes fueron completamente distintos, y siento un profundo dolor porque el poder político no está conduciendo bien la salida de esta situación.
Y eso lo ligo con lo del 73’ porque alguna gente más joven, porque mucho que se lea y vea la historia, que se converse, el vivir lo que es la pérdida de la democracia es algo que no se olvida nunca, yo con esto no quiero ser alarmista, pero si esto no tiene en un tiempo relativamente acotado una salida real de fondo se abre un vacío político que alguien lo va a aprovechar; caudillismos.
¿Militares?
Yo el 73’ era de los que decíamos esto en Chile no pasa, y me prometí nunca volver a decir esto en mi país no pasa, todo puede pasar, creo que estamos a una distancia grande de una intervención militar, pero estamos muy cerca de que aquí surjan populismos de extrema izquierda o derecha.
Siento dolor, abatimiento, sobre todo responsabilidad porque como parte de un partido político, parte de cinco gobiernos no supimos leer y aquilatar la magnitud que había en la sociedad en términos de sensación de injusticias, desigualdad de indignidad.
En las grandes movilizaciones del mundo normalmente las reivindicaciones son por dos o tres cosas, aquí si uno pregunta por qué está protestando, le van a decir por distintas cosas o 50 cosas, entonces eso es un conflicto difícil.
Yo creo que el presidente Piñera todavía no entiende, y cuando uno no entiende un problema es difícil resolverlo, seguro él piensa que esto no es cierto, que no puede ser, cómo si yo dije que Chile era un paraíso y casi hice escarnio del resto de América Latina y al día siguiente me encuentro con esto.
¿Por qué el presidente no se ha dado cuenta?
El presidente es un hombre muy inteligente, pero no es un hombre de Estado, su trayectoria profesional está en una cultura de que yo decido y lo que yo digo se hace y el que no lo hace se va, y conducir un Estado es algo mucho más complejo que eso, la política, tal vez de todas las profesiones, es la más compleja.
¿Cómo evalúa el rol de la oposición en la crisis social?
Mucha gente dice la oposición no está unida porque el presidente del partido tal no estuvo de acuerdo en cuestiones formales y aquí el problema es que muchos partidos de la oposición también leen mal esto.
Algunos piensan que este estallido social mientras más crezca, mientras más estalle nos va a llevar a un mundo mejor, y en el otro extremo están los que piensan que con pequeñas mejorías en determinadas materias esto se va a apaciguar y las cosas van a ser como antes y están los que piensan que primero es una crisis política, en el escalón de los problemas arriba está la política.
Está la obra maestra que dejó Pinochet, porque él y sus colaboradores en materia constitucional crearon una verdadera obra maestra que no hemos sido capaces de demoler y cuya expresión más significativa es la Constitución.
¿Qué es lo más destacable de esta crisis social?
Esta crisis lo más importante que ha tenido es la Constitución y la intervención del Estado en los medicamentos, aquí se rompió un paradigma que estuvo presente desde el inicio de el régimen de Pinochet que era que el Estado en las cuestiones económicas y el mercado no se metía, que no había ninguna forma mejor que resolver que era el libre mercado.
Paradójicamente este Gobierno de extrema de derecha interviene de forma brutal el mercado de los medicamento y establece que Cenabast le va a vender directamente a las farmacias populares, a las farmacias de barrios y que la gente va a poder comprar online directamente medicamentos y que va a poder tener un ahorro de hasta un 80% de los precios, ahí se rompió el paradigma.
Su actividad legislativa ¿Hacia dónde apunta?
El principal son las reformas políticas y dentro de eso la prioridad para nosotros es el plebiscito del 26 de abril, si eso fracasa o tiene baja participación, si no conseguimos en el parlamento enmendar lo que los presidentes de los partidos no consiguieron, y no se incorpora en plenitud la igualdad de derecho, representatividad de las mujeres, escaños reservados para pueblos originarios, y si no, podemos establecer fórmulas que los independientes que son una inmensa mayoría, puedan tener representación real.
La tarea número dos es incidir en el Gobierno para que las demandas tengan respuestas más significativas de las que están teniendo. En el tema de las pensiones, el Gobierno presentó una idea que era casi una provocación, y nadie se acuerda que primero era solo el 20 por ciento, y la subimos al 50 por ciento. Esto se dado en una situación que en normalidad yo rechazaría, que es estar haciendo indicaciones inconstitucionales, pero que en este estado de calamidad nacional, yo las justifico.
¿Ha podido caminar por las calles de Concepción?
He podido caminar, pero evitado sumarme a las manifestaciones. Es una pena, lo que pasa es que muchas de las cosas del Concepción moderno las siento como parte de mi gestión, entonces hay un doble sentimiento, de ver esta ciudad así en estas condiciones y sentir que parte de eso que con mucho esfuerzo conseguimos construir.
Le voy a decir una cosa, el centro de Concepción comparado con Valparaíso es un oasis, en Valparaíso es indescriptible, en el centro no hay un local abierto, que no haya sido dañado, un bien público que no haya sido destruido.
¿Para usted, cuánto es un sueldo mínimo justo?
No puede ser menor a 500.000 pesos líquidos, eso es lo que permitiría hoy a una familia, dependiendo cuántos integrantes trabajen, por algo será que el señor -Andróniko- Luksic dijo que desde ahora les pagará $500.000 pesos a todos sus trabajadores, el problema es que no tiene, porque su negocio es fundamentalmente moviendo papeles y todo está externalizado, es una buena señal pero tiene poco significado para el bolsillo.
Sobre el 27F ¿Qué siente al escuchar las resoluciones por las víctimas del tsunami?
Hay determinadas cosas que uno las puede explicar 100 veces, pero que nunca van a salir del imaginario colectivo: esta fue la primera región que estableció un protocolo de cómo actuar en este caso y el capítulo principal se relaciona cómo tiene que actuar la máxima autoridad regional.
Ahí dice que tiene que hacer tres cosas, primero establecer un punto donde se sitúe un mando del Gobierno, para el caso que este haya sido destruido como el nuestro y yo me instale en la prefectura de Carabineros. El segundo instalar un Comité de Emergencias el que se reunió tipo 4 de la mañana, alumbrados con luces de unas motos de Carabineros, y el tercero dar a conocer la situación por algún medio de difusión disponible.
Además ese protocolo establece que en una situación de calamidad hay una autoridad política y una técnica, y es esa la que tiene que dar los parámetros de cuál es situación y caminos a seguir. Que hice yo, la unidad técnica es la Armada de Chile a través del SHOA. Yo me comuniqué con él: ‘Almirante, ¿hay posibilidad de tsunami? Ningún peligro Intendente porque el epicentro del terremoto está 35 kilómetros al interior de Cobquecura hacia Cauquenes’, eso fue lo que yo repetí.
El único disponible era Radio Biobío, en ningún momento yo dije no va a haber tsunami, en ningún momento dije que la gente vuelva a sus casas, todo eso es falso.
Si yo no le hago caso al Almirante Macchiavello y por mi cuenta digo que hay peligro de tsunami; a diferencia del anterior los puentes estaban cortados y había una situación de destrucción, usted imagínese lo que hubiera sido decenas de miles de personas huyendo en auto o a pie en esas condiciones, se imagina que hubieran muerto 30, 40 o 100 personas, yo estaría conversando con usted en este minuto, estaría en la cárcel.
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Es un tremendo dolor por las pérdidas humanas, las materiales tienen solución, pero todos estos juicios que se han estado ventilando ahora último, y que han obligado al Estado a indemnizar a las familias, no es porque Jaime Tohá dijo o dejó de decir, es porque el Estado de Chile en su conjunto, no estuvo en condiciones de asegurarle a la gente las condiciones para sortear apropiadamente un evento de esta naturaleza.
El proceso criminal a mí me exculpó de toda responsabilidad, la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados también, pero el Almirante Macchiavello fue pasado a la justicia militar, ya sabemos lo que es la Justicia militar en el país, y aquí yo hago una crítica: ¿Qué ha hecho el medio periodístico para averiguar qué es lo que sucedió después? ¿Qué pasó con el juicio del almirante Macchiavello? Él fue procesado y yo no, y el responsable soy yo.