El “Héroe” del billete de diez Lucas y el 21 de mayo

Se acerca una fecha clásica del año en donde a la gran mayoría nos y siguen vistiendo de marineritos: el 21 de mayo, fecha que se conmemora una batalla perdida, aunque suene irónico, y si es verdad, la Esmeralda fue destruida por el Huáscar, que si lo miramos desde la perspectiva del presente es hacer correr un Ferrari con un V16, ante ese escenario desolador, tal como decían en la serie del Chapulín Colorado, ¿Quién podrá ayudarnos?   La figura pública de Agustín Arturo Prat Chacón antes y después del 21 de mayo de 1879 es de un cambio drástico, pasando de un educador popular, abogado de esfuerzo, aficionado al espiritismo y marino miembro de la aristocracia porteña a transformarse al primer héroe concreto de la República de Chile, en un Santo Laico.   Episodios como los del famoso 21 de mayo en Iquique, no desdicen de los más célebres que se registran en los poemas épicos del griego Homero y Hesiodo, Prat toma tintes de héroe sin envidiar a los clásicos de la Ilíada. En lo general, la construcción de la arquitectura de la imagen de Prat se comienza a través de los discursos, los cuales se dan desde las instituciones estatales, religiosas y círculos cercanos. Cuando en los discursos de la época aludían a la gesta de Prat con sus correligionarios de armas, se asimilaba con lo ocurrido en las épicas batallas griegas que se nos han mostrado en el cine, literaturas, en mitos y leyendas.   Lo anterior, a la luz de la investigación, puede tener dos raíces: la primera es que Prat era un gran lector, dentro del seno de la Armada era visto como un militar intelectual, epíteto que le trajo más de un problema. Dentro de sus lecturas predilectas se encontraba las obras clásicas, entre sus predilectas estaba la Ilíada de Homero (no Simpson), tanto era la fascinación que tenia que a su primogénito, fallecido días después de haber nacido, le colocaría Agustín Héctor Prat Carvajal, manteniendo la tradición del nombre del padre del héroe de Iquique, Agustín, dejando de lado la perpetuación de su nombre. Esto no se llevó a cabo porque Carmela Carvajal le impidió esto, colocándole Agustín Arturo Prat Carvajal. “Su esposa sabía que su esposo ambicionaba poner a su hijo un nombre de leyenda, emblema del heroísmo y el que más le agradaba era Héctor, el Héroe Homérico” .   Podemos decir a ciencia cierta que Prat es nuestro primer héroe creado, pero que no es más que la proyección de valores de la antigua Grecia en el presente, en servicio de una nación en guerra y con necesidad de movilizar gente, lo que claramente resultó: se ganó una guerra y Prat ganó calles y plazas en su nombres además de múltiples actos cívicos y niños vestidos de marino a su honor.  

Autor:

Juan Ignacio Cordero Pérez