En Concepción en general quedan muy pocas estructuras que hayan soportado el paso del tiempo. Los terremotos, los tornados y la increíble facilidad para demoler y construir todo desde cero no permiten la sobrevivencia de edificios patrimoniales.
Una de esas estructuras clásicas es la que está en la esquina de calles Barros Arana y Castellón, pleno centro penquista. A esta vivienda tipo palacete todos la conocen como la casa de Pedro del Río Zañartu, pero lo cierto es que el filántropo nunca habitó.
Según el Consejo de Monumentos Nacionales, "el inmueble fue encargado al arquitecto Onofre Montané Urrejola, por don Pedro del Río Zañartú. La casa fue ocupada a contar de 1918 por doña Carmen Urrejola del Río hasta su muerte en 1932, durante estos años acogió en ella una tertulia que reunió lo más destacado de la vida intelectual y cultural de Concepción".
La construcción de este edificio hoy conocido como palacio Castellón (por la calle donde se encuentra) inició en 1915 y fue terminada en 1917. "Es un edificio de esquina de dos pisos, de estilo neoclásico con elementos de Art Nouveau en su decoración y volumetría. Es digno de destacar que es uno de los pocos edificios que han resistido los numerosos terremotos de la zona, dando un testimonio del relevante pasado histórico de Concepción", afirma el Consejo de Monumentos.
Esta construcción efectivamente es uno de los pocos edificios que cuenta la historia arquitectónica antigua de Concepción. Por ello se decretó su protección como monumento nacional el 20 de septiembre de 1995, es decir hace 30 años.
Hoy recorrimos el edificio y pudimos constatar su lastimoso estado. No tiene placa alguna que demuestre su condición de monumento nacional, por lo menos no de manera visible. Está todo rayado, vidrios quebrados y los antiguos faroles en el mismo estado.
Durante año 2007 se hizo cargo de esta estructura la empresa Hites para instalar una multitienda y comenzó una restructuración para instalar un local.
Pese a lo expresado por el consejo de monumentos en términos de que "la casa constituye una reliquia indispensable de conservar por cuanto permite comunicar a la ciudadanía penquista con parte de su tradición, siendo declarada monumento histórico el 20 de septiembre de 1995". De igual forma fue completamente desmantelada por dentro.
Hoy el palacio Castellón es un mudo testigo de la historia penquista, pero que poco a poco se apaga. La vivienda sobrevivió los terremotos de 1939, 1962 y 2010, lo que no es poco decir. Solo por este hecho debiéramos tenerle mayor respeto y no rayarla o por lo menos gestionar su reparación.
Revisa aquí más noticias de la Región del Biobío. Síguenos en Facebook e Instagram para ver fotografías con datos de contingencia nacional y del Gran Concepción