En una pequeña franja de tierra sin reclamar, en la frontera entre Croacia y Serbia, un joven australiano de 20 años está intentando levantar un nuevo país: la República Libre de Verdis.
Se trata de Daniel Jackson, autodesignado presidente de esta nueva "micronación". Nació en Australia, tiene padres británicos, y cuando tenía 14, junto a un grupo de amigos, decidió que quería “hacer algo único”.
Revisando mapas, descubrieron un terreno boscoso sin reclamar de 1,6 hectáreas, un poco más grande que El Vaticano, a orillas del Río Danubio, resultado de una disputa fronteriza no resuelta tras la disolución de Yugoslavia. Pensaron que sería divertido convertirlo en un país y la llamaron Verdis, principalmente por su similitud con la palabra latina verde, viridis, y por la idea de centrarse en la problemática medioambiental.
"La disolución de Yugoslavia fue hace más de 30 años. Por lo tanto, creemos que tenemos derecho a ella según el derecho internacional, porque Croacia y Serbia nunca han reclamado esta tierra", afirmó Jackson a The Guardian.
Así las cosas, formaron un gobierno, han establecido leyes, creado mapas e incluso una bandera, con rayas celestes y blanca, muy similar a la de Argentina. También tienen pasaporte, aunque no saben si pueden ser usados para viajar. De igual forma, han atraído más de 15.000 solicitudes de ciudadanía, de las cuales 400 ya fueron aceptadas.
Verdis es el fruto de una disputa fronteriza en la región con 30 años de historia. Por su parte, Serbia considera que su frontera con Croacia es la línea central del Danubio. Sin embargo, Croacia se basa en mapas fronterizos. ¿El resultado? Algunas zonas de tierra sin reclamar, como Verdis.
Mientras con Serbia han tenido una "experiencia positiva", según asegura el presidente Jackson, las autoridades croatas se niegan a reconocer a este nuevo país. De hecho, en octubre de 2023, cuando Jackson y un grupo de ciudadanos intentaron establecerse permanentemente en Verdis, fueron expulsados por la policía de Croacia.
Es más: recibieron junto a otros compañeros la prohibición de entrada de por vida en Croacia, lo que implica un revés importante, pues es difícil entrar a Verdis sin acceder por Croacia. Por lo mismo, Jackson se encuentra ahora viviendo "en el exilio" en Dover, Inglaterra, donde trabaja desde casa como desarrollador de juegos freelance.
No obstante, las autoridades de Verdis son optimistas. "Croacia sigue insistiendo en que Verdis no forma parte de Croacia. Así que creemos que es cuestión de cuándo, no de si, volveremos a territorio croata", declaró Daniel Jackson, quien espera que un cambio de gobierno croata les permita avanzar con su reconocimiento. Esto, pese a que Croacia ha instalado cámaras a lo largo de la costa de Verdis.
Aunque las autoridades actuales no reciben sueldo, el plan es obtener financiamiento mediante la venta de "recuerdos" de Verdis, un programa de ciudadanía por inversión y donaciones. De hecho, este mes recibieron una de más 37 mil dólares.
Además, Jackson afirma que a la República Libre de Verdis "le gustaría formar parte de la eurozona” y también del festival Eurovisión, aunque su principal preocupación seguiría siendo el cuidado de la naturaleza. "Seguimos siendo conscientes del medioambiente, pero a medida que la población de Verdis crece, tendremos que reubicar gran parte de la fauna", reconoce..
Políticamente, el presidente Jackson visualiza a Verdis como un estado neutral, "un punto intermedio entre otros países" y "un buen centro para las ONG". Sin embargo, planea dejar el poder en cuanto el país se convierta oficialmente en un estado. "Solo quiero ser un ciudadano normal para entonces. Aunque no esté de acuerdo con las opiniones del próximo presidente, eso lo decidirán los verdisianos, algo que siempre respetaré", concluyó el joven de 20 años respecto a este nuevo país que fundó.
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