Tras el terremoto de magnitud 8,8 registrado en Rusia, que activó una alerta de tsunami en Chile, la evacuación en diversas comunas del borde costero evidenció algunos aspectos a mejorar en las regiones ante desastres.
A pesar de que la acción fue valorada como rápida y logró prevenir consecuencias que podrían haber afectado a las personas, la emergencia expuso algunas debilidades en el sistema de respuesta.
Entre los aspectos a mejorar está el transporte público, el cual se mantuvo operativo en la mayoría de las zonas, pero el sistema se vio tensionado por la alta demanda en un corto período de tiempo. El Seremi de Transportes del Biobío, Patricio Fierro, valoró el trabajo de los equipos y el comportamiento de la ciudadanía.
Sin embargo, afirmó que el sistema sufrió un colapso debido a la alta demanda repentina. También, informó que se recomendó evacuar a pie, pero el hacerlo en auto genera congestión vehicular en varios sectores.
La emergencia del pasado martes fue bien manejada en términos de prevención, pero dejó en evidencia la necesidad de mejorar aspectos como la información que saben las personas, la planificación territorial, coordinación entre los distintos niveles del Estado, apuntando a la descentralización.
La situación dejó en evidencia una tensión persistente entre las decisiones centralizadas y las necesidades específicas de cada región. El Gobernador del Biobío, Sergio Giacamann, puso en debate la orden nacional de suspender el transporte público desde las 13:00 horas, planteando que pudo haberse ajustado a la realidad local.
“La decisión se tomó en Santiago, y eso dejó a los seremis sin margen de acción. Podría haberse coordinado de otra manera, con servicios especiales para zonas aisladas”, puntualizó.
El Gobernador sostuvo que la emergencia evidenció la necesidad de avanzar hacia una descentralización efectiva. “Queremos tener poder de decisión para responder de forma oportuna a las urgencias de nuestras regiones”, afirmó.
En cuanto al conocimiento por parte de la ciudadanía respecto a la ubicación segura frente a un posible tsunami. Hay hogares que están dentro de la cota 30, la cual indica una altitud mínima de seguridad de 30 metros sobre el nivel del mar.
La desinformación en cuanto a este tema, ralentiza los desplazamientos y aumenta el riesgo para la población. En cuanto a esto, la seremi de Vivienda, Claudia Toledo, expresó que “hay que seguir fortaleciendo el conocimiento comunitario”.
Además, destacó que “hay comunas como Talcahuano que han avanzado, pero en otras el nivel de preparación sigue siendo bajo. Hay un trabajo todavía pendiente”.
La seremi Toledo reconoció que si bien se ha avanzado en temas estructurales y normativos, aún queda trabajo pendiente con la comunidad en cuanto a conocimiento del territorio y comprensión del riesgo.
Sobre la preparación de la infraestructura en zonas costeras, la autoridad sostuvo que se puede profundizar aún más en normativas locales específicas que respondan mejor a las características de cada sector.
Desde el Gobierno central, el subsecretario del Interior, Víctor Ramos, destacó que lo más importante es resguardar la vida de las personas, valorando positivamente el comportamiento de la población. Sin embargo, reconoció que hay aspectos por mejorar y que cada emergencia debe ser una oportunidad para revisar y fortalecer los procedimientos.
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