Hasta la vivienda de la jueza Irene Rodríguez, acusada de liberar por error al sicario involucrado en el crimen del "Rey de Meiggs", llegó Carabineros debido a una supuesta amenaza telefónica que habría recibido. Sin embargo, todo parece indicar que esto se trataría de una confusión.

Durante la tarde del sábado, personal de la institución concurrió hasta el domicilio de la magistrada, ubicado en Peñalolén, junto a seguridad municipal. Esto causó revuelo y especulaciones sobre alguna posible diligencia.

No obstante, de acuerdo con MegaNoticias, desde Carabineros informaron que se habría confundido la llamada de un cercano con una amenaza. Al respecto, el comandante Francisco Galloso explicó que "por un llamado que ellos recibieron se asustaron por la situación mediática que están viviendo".

"Al poder verificar la situación, se trataba de un conocido de ellos que la había llamado, que, al parecer, por una situación de conexión habían perdido la comunicación y se habían asustado un poco. Así que al llegar al lugar verificamos con los números telefónicos y efectivamente se trataba de un conocido de ellos", mencionó.

Luego, señaló que la jueza y su familia "escucharon algo extraño, no se puede definir bien lo que se escuchó, pero se cortó, al parecer, por una situación de conexión telefónica. Se asustaron, en el contexto que están viviendo".

Cabe mencionar que durante el procedimiento se efectuó un cierre de la calle con el fin de estudiar de mejor manera el tema. Al menos unos 20 minutos, cuando todo se aclaró, se restableció el tránsito. No obstante, efectivos de seguridad concretan patrullajes rutinarios debido a la situación en la que se encuentra la jueza.

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