¿Te ha pasado que compras jamón cocido o de pierna para la semana y a los pocos días ya huele raro, está baboso o cambia de color? Aunque venga refrigerado y bien sellado, si no se almacena correctamente, el jamón que comemos a diario puede echarse a perder mucho antes de lo esperado. Pero lo cierto es que, con unos simples trucos caseros, sí es posible conservar el jamón por más días.
Es que este tipo de alimentos, que se consumen normalmente en los hogares del país, especialmente en sándwiches, tablas y colaciones, deben mantener una cadena de frío adecuada y, por lo mismo, siguiendo algunos consejos clave puedes lograr que se conserven mejor.
Muchos guardan el jamón en la puerta del refrigerador, pero ese es el peor lugar: la temperatura ahí varía mucho por la apertura constante. Según especialistas en seguridad alimentaria, lo ideal es ubicar el jamón cocido en la parte inferior del refri, donde la temperatura se mantiene más estable y fría (entre 0 °C y 4 °C). Esto ayuda a frenar el desarrollo de bacterias y conservar su frescura.
Una vez abierto el envase plástico del supermercado, el jamón comienza a perder su protección contra la humedad y las bacterias del ambiente. Por eso, desde Consumer Eroski recomiendan pasar las lonchas a un recipiente hermético, preferentemente de vidrio o plástico duro.
Este método, que se volvió viral en los último días, consiste en poner un trozo de papel de cocina absorbente en el fondo del pote donde vas a guardar el jamón. También puedes poner otro encima de las lonchas antes de tapar. El papel absorbe el exceso de humedad, evitando que el jamón se ponga “baboso” o con mal olor. Además, ayuda a mantener el frío de manera más uniforme. Cambia el papel cada dos o tres días para mantener el efecto.
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— El Fogón de Palo🔥 (@fogondpalo) July 13, 2025
Aunque parezca obvio, muchas personas vuelven a usar el mismo pote para guardar jamón sin lavarlo bien. El problema es que, si no lo lavas, quedan restos microscópicos que aceleran el deterioro del nuevo contenido. Por eso, limpia siempre con agua caliente y detergente antes de volver a usar el mismo recipiente.
De igual forma, en todos los casos debes tener presente la fecha de vencimiento del producto comprado.
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