Un nuevo presunto caso de tráfico de drogas mediante personal de las Fuerzas Armadas de Chile ha levantado las alertas y generado preocupación por los nexos de los uniformados con el narco y el crimen organizado en el país.
En el último hecho descubierto, cinco funcionarios de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) intentaron trasladar sustancias ilícitas a bordo de un vuelo institucional. "Estaban metiendo un maletín adicional que no había pasado ningún control, les llamó la atención, lo hicieron bajar, lo pasaron por los rayos X, y descubrieron que efectivamente traía una carga", afirmó la ministra de Defensa, Adriana Delpiano. Sin embargo, no es el único caso similar en los últimos años.
Recién el pasado 23 de junio, seis suboficiales del Ejército fueron detenidos tras verse involucrados en una red de narcotráfico que transportaba cocaína desde la frontera con Bolivia hacia Santiago. En el operativo se incautaron 192 kilos de cocaína y pasta base, por valor de unos tres millones de dólares. Los seis militares, todos miembros de la II Brigada Acorazada ‘Cazadores’ de Iquique, fueron dados de baja por la institución castrense.
Cinco días antes, el 18 de junio, seis encapuchados ingresaron al Regimiento de Infantería Nº2 Maipo, en Valparaíso, y robaron dos fusiles tras reducir a dos soldados conscriptos. De acuerdo a la Fiscalía Militar, se abrió una investigación por la eventual participación de uno de los conscriptos, tras detectarse contradicciones en su relato.
En febrero de este año, cuatro sujetos encapuchados entraron al campo de entrenamiento Almirante Bascuñán de la Armada en Concón, y asaltaron con pistolas a dos infantes de marina. Robaron fusiles, chalecos antibalas, cascos y municiones. Se abrió una investigación por parte del Ministerio Público debido a que los funcionarios de la Armada no repelieron el ataque.
El año pasado, en agosto de 2024, el Ejército denunció el robo de material de guerra en la frontera entre Chile y Bolivia, específicamente en Colchane, donde un militar fue agredido por dos sujetos que le sustrajeron su fusil. Por este hecho, también se abrió una investigación sumaria.
No obstante, han sido varios los casos en los últimos en los que se acreditaron vínculos entre miembros de las Fuerzas Armadas y bandas de crimen organizado. De acuerdo a lo revelado por Ciper, entre 2012 y 2022 las cortes marciales de Santiago y Valparaíso registraron al menos 38 casos de robo de armamento y materiales afines, de los cuales en al menos 15 hay "pruebas o indicios" de que las armas tenían como destino las manos de delincuentes y narcotraficantes.
"En seis de estos casos las investigaciones de la justicia militar consiguieron registrar de manera fehaciente el nexo entre los uniformados involucrados y los delincuentes. En otros nueve, aunque no se describe de forma taxativa el vínculo con criminales, se incluyen detalles que apuntan en esa dirección", señala la investigación.
Estos hechos fueron confirmados por el entonces comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, quien se refirió así a los vínculos entre miembros de las Fuerzas Armadas y delincuentes, según consignó The Clinic en 2018.
"Tenemos información de que hay oficiales y cuadro permanente que compra armas por la vía legal, que después las dan por perdidas, pero que lo que están haciendo es venderlas a grupos de narcos, de delincuentes. De eso estamos hablando", se lamentaba el mandamás del Ejército por esos días.
Revisa aquí más noticias de Chile. Síguenos en Facebook para estar al tanto del día a día y también en nuestro Instagram para ver fotografías, datos y contingencia nacional e internacional.
Álvaro Sandoval