Una compleja noche se vivió en la comuna de Curanilahue, región del Biobío, producto de las fuertes precipitaciones y vientos que se registraron. Fueron alrededor de 200 milímetros de agua, lo cual provocó un considerable aumento en el cauce del río Curanilahue.
El sistema frontal que afecta a múltiples regiones del centro y sur de Chile expresó toda su fuerza durante la madrugada de este domingo 15 de junio. Si bien el suministro eléctrico y otros servicios han funcionado relativamente bien en la comuna, la principal preocupación fue el posible desborde del río que atraviesa a la comuna.
No obstante, la ciudad superó la noche sin mayores complicaciones. Juan Gajardo, vecino que vive en el sector Galvarino hace 56 años, comentó que "fueron como 180 mm que cayeron en muy pocas horas. Anoche salí a dar una vuelta, como a 12 de la noche, y ya el río había subido unos metros. Uno de los vecinos me avisó como a las 4 de la mañana que el río ya había salido por los alcantarillados. Pero a las 05:00 horas ya había pasado el agua".
Así, recalcó que en su hogar y sector estuvo "todo bien, gracias a Dios. Ninguno de los vecinos sufrió un daño o percances por el viento y cosas por el estilo".
Similar fue el relato de Marcelo Carrillo, también poblador del sector Galvarino. "Fue una situación crítica, pero yo llegué después cuando había bajado el agua y ahora estaba en otro lado. Esta noche fue más tranquila (en comparación al año pasado), por el arreglo del río, que fue más acanalado. Hace poco lo limpiaron, y aguantó todo", indicó.
El alcalde de Curanilahue, Luis Gengnagel, destacó que la comuna aguantó de buena manera el paso del sistema frontal. Sobre el estado del río, afirmó que "hicimos una limpieza enorme, con más de 350 horas máquinas para poder limpiar el río y el estero desde donde inicia la comuna hasta donde termina, pasado la Ruta 160. Además contratamos empresas para limpiar las quebradas y sumideros, que captan mucha agua que termina llegando al río".
Superado el primer golpe del evento meteorológico, el jefe comunal afirmó que "gracias a Dios, después de una larga noche en espera para ir en ayuda a los vecinos, tuvimos la suerte de que no sucedió nada y soportamos bien el embate de la naturaleza. Hay un trabajo organizado importante para mitigar todo lo que pueda suceder y auxiliar a los vecinos que por el viento, caída de árboles o voladura de techo puedan verse afectados".
"Hubo mucha preocupación. Como a las 4 de la mañana me llamaron de Senapred para lanzar la alerta SAE, pero ya había dejado de llover así que les pedí que no. Que esperáramos un momento porque ya estaba bajando el río a esa hora. Llegamos a nuestro límite y de ahí empezó a bajar la las precipitaciones, afortunadamente", cerró el alcalde Gengnagel.
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