Han pasado cinco años desde que explotó la pandemia de covid-19 y el virus continúa mutando, con la población enfrentándose a nuevas cepas, señaló a SABES el infectólogo del Sanatorio Alemán en Concepción, Álvaro Llancaqueo.

Ya se conocían las variantes alfa, beta u ómicron, entre otras. Recientemente surgió la NB. 1. 8. 1., que está bajo el monitoreo de la Organización Mundial de la Salud, y ha aparecido en zonas de China, Estados Unidos y Europa. Aún no se han reportado casos en Latinoamérica.

"En términos generales, la enfermedad sigue siendo una infección viral del tracto respiratorio superior, en etapa inicial", indicó el experto. Por lo que sus síntomas son "la presencia de fiebre y después puede haber compromiso del estado general, dolores musculares, dolor de garganta, tos. Dependiendo del tipo de persona, si tiene factores de riesgo muchos de estos síntomas se hacen más graves", agregó Llancaqueo.

Así como va mutando el virus, la inoculación tendrá que seguir actualizándose. "El principal problema que nosotros vemos en estas variaciones es que pudiera variar la eficacia de la vacuna. Pero, por supuesto, la vacuna se fue acomodando a los cambios que tenían cuando era necesario", aseguró el especialista.

En algunos casos, los síntomas se han mantenido con el paso del tiempo, generando el long covid o covid persistente. Este sigue siendo objeto de estudio, ya que en algunas ocasiones es difícil de definir, pero podría prolongarse entre 12 semanas después del contagio.

"El covid fue un tremendo desafío y sigue siéndolo", pero la comunidad científica sigue trabajando para resguardar a la población de sus efectos y nuevas cepas.

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