Un estudio realizado en 11 reservas de África demostró que el descorne de rinocerontes disminuye la caza furtiva en un 78%. Esta sencilla medida ha contribuido significativamente al cuidado y conservación de la población de esta especie.

Sin embargo, esta es solo una de las acciones que los equipos de conservación han implementado para reducir el impacto de los cazadores, quienes continúan cazando a estos mamíferos, incluso cuando ya les han quitado los cuernos. De hecho, durante el período de estudio, los investigadores registraron que los cazadores mataron a 111 rinocerontes descornados.

Los veterinarios responsables de realizar este procedimiento dejan una parte del cuerno, necesaria para proteger la base donde crece el nuevo, lo que implica que queda un remanente de hasta 15 centímetros. Por esta porción, los cazadores aún los matan con fines comerciales.

La efectividad del descorne en rinocerontes que disminuye la caza

Los cuernos de los rinocerontes están hechos de queratina y el procedimiento de recorte no les causa dolor. Al eliminarlos, se reduce la caza furtiva, y es necesario esperar entre uno y dos años para repetir el proceso.

Para retirar el cuerno, los animales son adormecidos mediante una inyección aplicada directamente en la oreja. Una vez que caen al suelo, el equipo procede a cortar el cuerno con una sierra eléctrica de gran potencia y luego lija la superficie para dejarla lisa.

Entre 2017 y 2023 se estudió una amplia población de rinocerontes, cerca de 2.000 ejemplares distribuidos en 11 reservas naturales del Gran Kruger, una zona que alberga el 25 % de todos los rinocerontes africanos. En ese período se logró realizar el descorne de casi 2.300 individuos.

Los investigadores concluyeron que la caza furtiva se redujo en un 78 % entre los rinocerontes sin cuerno, y la comparación entre reservas con y sin descorne mostró una diferencia significativa.

Estrategias para la conservación de la especie

Para proteger estas zonas se utilizaban métodos tradicionales como patrullajes en helicóptero, cámaras trampa y la presencia de guardabosques, estrategias que representaban un gasto de aproximadamente 74 millones de dólares. En comparación, la extracción de los cuernos utilizó solo el 1,2 % del presupuesto total destinado a la protección de la especie.

A pesar de todas estas medidas, los cazadores continúan operando. Sin embargo, esto no resta valor a los avances logrados en la conservación de este gran mamífero.

A través de una entrevista para Proceedings of the National Academy of Sciences(PNAS) Vanessa Duthé, de la Universidad de Neuchâtel señalo que "los rinocerontes negros representan alrededor del 10% de los animales cazados furtivamente, pero si pensamos en que solo quedan entre 5.000 y 6.000 animales, la presión sobre ellos es enorme, a pesar de que los rinocerontes blancos son los que soportan la mayor parte de la caza furtiva debido a su mayor densidad. Por lo tanto, el cuerno se vende en mercados ilegales, principalmente en Asia. Y es increíblemente valioso".

La investigadora también indicó que "observamos una correlación entre el aumento del número de rinocerontes descornados en las poblaciones estudiadas y la disminución del número de animales cazados furtivamente. Esto es, obviamente, una correlación, no una causalidad. Por otro lado, observamos que la mortalidad natural no aumentó con el descornado, lo cual es muy importante porque demuestra que el descornado no afecta la supervivencia del rinoceronte negro".

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