En Chile se han encendido las alarmas tras una serie de episodios de conflictos entre estudiantes ocurridos recientemente en comunas como Melipilla, Coronel, Lota y San Pedro de La Paz. Por esta razón, una experta explicó los factores clave y dijo recomendaciones para abordar la violencia escolar.

Frente a este preocupante panorama, la asistente social y directora del Programa de Prevención Focalizada (PPF) Umbral Coronel - Lota de la corporación CATIM, Claudia Navarrete Villagrán, entregó una mirada sobre las causas y medidas necesarias para enfrentar este fenómeno.

Claudia Navarrete, quien trabaja directamente con niños, niñas y adolescentes (NNA) derivados por los Tribunales de Familia, muchos de ellos provienen de contextos familiares altamente vulnerables, donde la violencia intrafamiliar, la negligencia parental y la falta de comunicación son factores recurrentes.

Experta comenta que abordar la violencia escolar repercute en la sociedad completa

Según la Trabajadora Social, la mayoría de los casos que atienden “involucran a menores que han sido víctimas o testigos de violencia en su entorno más cercano. Este contexto influye directamente en su forma de enfrentar los conflictos en la escuela”.

La violencia escolar no es un fenómeno aislado, sino una manifestación de una problemática social más profunda. “Los NNA que crecen en ambientes donde predomina la violencia, sin una red de protección ni adultos que cubran sus necesidades emocionales y educativas, tienden a replicar estos patrones”, explicó.

Frente a esta realidad, la experta entregó una serie de recomendaciones para padres y cuidadores, que es lo siguiente:

• Fortalecer las competencias parentales mediante programas que entreguen herramientas para una crianza positiva.
• Mejorar la comunicación familiar, promoviendo espacios de escucha activa entre adultos y NNA.
• Fomentar la resolución pacífica de conflictos. 
• Supervisar el uso de celulares y redes sociales, estableciendo límites claros y adecuados. Se recomienda supervisar su uso y que recién desde los 15 años se comience a utilizar los dispositivos.
• Construir relaciones de confianza entre adultos y adolescentes, basadas en el respeto y el reconocimiento de sus capacidades. 

También, en el caso que no exista una figura parental presente, la profesional enfatizó que siempre debe identificarse un cuidador responsable que reciba apoyo. “Debemos trabajar desde el refuerzo positivo, no desde el castigo. Hay que cambiar el enfoque y ver el potencial que tienen estos jóvenes para desarrollarse de forma distinta”.

Esta problemática, según la experta, no solo afecta al entorno educativo, sino que repercute en toda la sociedad. Abordarla requiere un enfoque integral, con participación activa de las familias, los colegios, las instituciones y el Estado. De esta forma, se garantizará el bienestar de todas las personas.

Revisa más noticias de la Región del Biobío. Síguenos en Facebook e Instagram para ver fotografías con datos de contingencia nacional y del Gran Concepción.